Oshila de Antares

Si alguna vez tuve miedo, lo reconozco. Si antes de hoy te extrañaba, lo reconozco. Si entonces, no fue el momento, lo reconozco. Si te deje ir, lo reconozco. Si no entendí mi corazón, lo reconozco. Si ahora la excusa te acusa, la reconozco. Si olvidar ciertas razones me hizo creer en tu mirada, lo reconozco. Si los cielos y el sol pasaron lejos de tu mano y la mía, lo reconozco. Si a pesar de los días, meses y años, podemos intentarlo, lo reconozco Reconozco mis latidos cuando los tuyos les hablan Y sobre todo, reconozco nuestra sonrisa y las carcajadas que siempre supimos regalarnos. Inevitablemente, reconozco que ansío el momento en que dejemos lo real por lo que hoy, reconocemos que, debe ser y será en este y en mil tiempos.                                                                                                                                                     Jaquelin Parada

Por un error cognitivo nos perdemos de nuestra plenitud, identificándonos con la sombra de nuestro SER. ¿La causa? la ignorancia.  Y para acceder al conocimiento innato, no necesito ninguna transformación. Puedo ver lo que yo soy, porque ya soy.   Siempre estamos buscando la felicidad, mediante esfuerzo y acción,  supliendo sin saberlo; nuestras propias carencias. Esta ignorancia natural, crea una distancia entre lo que soy y lo q ue creo ser, por eso hacemos y buscamos miles de cosas afuera de nuestra esencia. Sin embargo todo está en nuestra verdadera naturaleza, que ya existe, no hay que crearla. Solo quitándonos esa ignorancia, podremos ver el SER, y no su sombra. Autor: VEDANTA. Me recuerda mucho a la caverna de Platón. Jaquelin Parada

Si tu pecho y el mío se encontrarán entre siluetas sombrías y con la brillante  luz de nuestras almas detrás, quedaría dibujado un corazón en penumbras. Un corazón que solo puede SER al instante de vuestras presencias.  Ni antes, ni después existiría. Sólo ahí. En ese instante presente.  Como nuestros deseos y la propia existencia del camino recorrido para tal encuentro.                                                                                           Oshila

Hoy me entretuve entre las hojas del otoño invernal.  La otra vez, me colgué de la luna roja que acá en la Patagonia, no se dejo ver.  Y al final, me jubile de internauta, volando lejos de mi vida y compartiendo con los de mi esencia.  Si me pasa algo, no especulen. Es parte de mi plan.  Sino te lo conté antes, es porque ni yo misma lo sabía  Y es que la vida es así. Volar con la imaginación, con un par de besos y largas poesías, logré intervenir al sol. Triste es quien la teme a la soledad, porque no ha podido descubrirse ni sentir el amor más puro, el de nuestra propia alma que es eterna ¿Lo físico? Envejece, engorda o se enferma. Igual, en algún tiempo y espacio, esta tierra también morirá; pero tu SER  nunca perecerá. Siempre permanecerá. Todos somos internautas!!!                                              Jaquelin Parada

He decidido estar sola porque me depuré de malos hábitos, de personas nocivas y podriar escribir más al respecto. Comencé a bailar más y a amarme más. A compartir con mi familia, amigos y conmigo misma  Porque nadie más puede hacerme feliz como lo hago yo.  El hecho de que decida estar sola, no quiere decir que no tengo la madurez suficiente para tener una relación estable; significa que tengo madurez de sobra para saber que un amor sincero no se busca como una loca, sino que ambas personas se encuentran en el momento indicado y entonces,  todo surge. Jaquelin Parada

Sí quiero, que bebas café.  Y sobre todo quiero que compartas ese gusto conmigo Porque incluso antes de tu mirada, el sabor ya no era igual. Sí quiero viajar de tu mano.  Porque antes de conocerte sentía cosquillas en mi panza sabiendo que también tomaras la mía. Si quiero planear en tus labios.  Porque aunque no saben de tu presencia, se que entonces, cobrarán vida en tu boca. Sí quiero iluminarme en tu camino.  Porque tengo la certeza que mi luz encie nde el tuyo y juntos podemos alumbrar al mundo entero. Tal vez la imprecisión del hoy,  es no tocarte.  Sin embargo estoy segura que ya nuestras almas están enlazadas. Por eso; sí quiero. Ahora y siempre que esa esencia sea así de dulce y reconocible en la mía; aunque en esta vida todavía no nos hayamos cruzado Jaquelin Parada

Ella deseaba en su corazón un amor tan real  como el que tenía en secreto. Ella esperaba horas para verlo, a nhelando el encuentro. Desafortunadamente él, nunca encuentra el momento Ella quería ser acariciada,  deslumbrada y apasionada descansar en sus abrazos Ella esperaba al hombre equivocado Ella lloraba al mirarlo. Ella tenía ojos de esperanza Ella era ternura sin nombre Ella quería ser comprendida Ella quería perdonar su pasado Ella lo amó en el instante en el que lo besó,  pero ella no fue correspondida Él, incrédulo de su vida, equivocado en su  añoranza, no fue nada en su vida, tan solo fue una partida Él fue su amor, su mar su río. Él fue todo lo que ella hubiera querido. Ella no tenía apegos  Él fue franco y sincero Ella era  real y pura. Él no pudo imaginarla. Algo no estaba escrito. Ambos debían continuar su espera y tal vez lo olviden todo. Tal vez se rindan sin certezas. Sus manos y sus almas están expuestas, sus ojos confundidos.   Ella esperó