Crónicas largas de un suspiro
Que ganas tengo
de conocerte.
De verte sonreír,
sin reglas, ni rutinas,
sin tiempo y sin espacio.
Que ganas tengo de conocerte.
De encontrarte en el humo
de una tarde cualquiera,
entre mates de
miel
de un mantel de estrellas
Que ganas tengo de conocerte.
De devolverte el silencio.
De sumarme a tus sueños.
de abrazarnos a ajenos,
de ampararnos el alma.
Que ganas tengo
de conocerte.
De colgarnos de huérfanos corazones,
en ilusas canciones
y alquimias perdidas,
en añejas visiones.
Que ganas tengo
de conocerte.
De ser inmortales,
de viajar con el
viento,
de ser el oasis
del reencuentro.
Que ganas tengo
de conocerte.
Sin espejos,
ni reflejos,
sin rasguños,
sin amores rancios.
Sin olvidos,
sin prohibidos,
y sin huellas
a mitad de algún latido.
Que ganas tengo de conocerte
De dejarte libre y que me elijas.
De pasear en otoño como antes,
como oscuros caminantes.
De encontrarte en lluvia
y sin paraguas.
Acompañarte,
respetarte
vagar por Saturno
y correr por Marte.
De sellar tus cicatrices,
sin que te enteres.
De lapidar tristezas,
penas y malezas.
De renovarte el suspiro
y sumergirte en mi río.
Que ganas tengo de conocerte.
De tocar el cielo
con los dientes.
De negarlo todo
si es preciso.
Sin pecado y sin errores
ser luz en tu ocaso,
ser magia en tus venas
ser estropajo en tus zapatos.
De obsequiarte cristales
alucinantes, brillantes
de roció marino.
Darte abrigo
y ser testigo
de algún invierno vacío.
Que ganas tengo de conocerte.
De ser voz en tu mente,
ser ternura, hermosura.
Ser tú destino perfecto.
Ser tú pretexto al olvido,
Que ganas tengo de conocerte.
De tocarte y mirarte,
desnudos de egos,
y de placeres mundano.
Conocerte y escucharte,
sin tiempo, ni malicia,
sin previo juicio,
ni de prisa.
Recordarte
que somos ángeles caídos,
somos arco iris,
somos cielo y aire fresco.
Somos universos paralelos.
Que ganas tengo de conocerte.
De juntar dos mundos sin barbijo.
Sin quimeras redondas
ni anárquicos absurdos.
Juntar mañanas de baldes
En mosquetas y de frutos rojos.
Que ganas tengo
de conocerte.
De contarte
un poco lo vivido.
De abrir mis venas
desde el ombligo
al sombrío clamor de mi destino.
Sin tinta en mi tintero,
escribiré renglones de besos
sin tildes, ni peso.
Título: “crónicas largas de un suspiro”.
Firmado por el deseo,
posdata:” Que ganas tengo de conocerte”.
Comentarios
Publicar un comentario