Vaca Muerta: el secreto de Chevron
Desde que el 16 de julio del 2013 se firmó un acuerdo entre YPF y Chevron centrado en Vaca Muerta, provincia de Neuquén, para extraer petróleo no convencional de ese territorio, varias discusiones se han entremezclado. Al debate sobre el extractivismo y sus consecuencias negativas para el medio ambiente y la vida humana se ha sumado la discusión sobre el acceso y el derecho a la información, ya que el contrato que sella dicho acuerdo, se encuentra hasta el día de hoy, oculto.
El acuerdo escondido y el derecho a saber
El Acuerdo entre Chevron e YPF resultó polémico desde el día de su realización. En él la empresa norteamericana (ex Standard Oil) se adjudicaba, en acuerdo con la compañía estatal argentina, la explotación del yacimiento petrolífero neuquino sin llamado alguno a licitación previa.
El contrato constituyó, desde ese día, una incógnita para el conjunto de la sociedad. La existencia de cláusulas secretas acrecentó la sospecha de que el convenio no resultaría favorable para el territorio y la población local.
El entonces senador y actual diputado socialista Rubén Giustiniani, después de solicitar información a YPF sobre el contrato y sus cláusulas secretas y luego de obtener una respuesta negativa, inició una acción de amparo judicial. Dando lugar a esta demanda, en noviembre del año pasado la justicia falló ordenando a YPF dar a conocer el texto del acuerdo celebrado con la petrolera norteamericana.
El reclamo de Giustiniani y el resultado del mismo, tuvieron su basamento fundamental en uno de los más elementales derechos humanos, que es el de la libertad y el derecho a la información, en particular cuando se trata del desempeño de gobernantes, funcionarios o entidades concernientes al Estado, como fue y es el caso de YPF, luego de su parcial estatización en el año 2012.
La revelación
El pasado martes un grupo de funcionarios, entre los que se encontraba Giustiniani y el diputado santafesino Carlos del Frade, volvieron a poner sobre la mesa la necesidad, amparada en el fallo de la Corte Suprema, de hacer público el contrato entre Chevron e YPF, repasando nuevamente el debate sobre el derecho a la información en el que se basó el fallo de noviembre del año 2015.
El plazo para hacer efectivo el cumplimiento de dicha sentencia se cumplió en las primeras horas del día lunes. Por esto los legisladores, se dirigieron a las torres de YPF situadas en Puerto Madero. En diálogo con Radio Sur, Carlos del Frade señaló que allí se les informó que una copia del contrato se hallaba ya depositada en el Juzgado Contencioso Administrativo Federal número 7, a cargo de la doctora María Cristina Carrió. “Cuando Giustiniani dijo ‘voy a buscarlo’, la jueza dijo que se lo daría de aquí a tres días”, comentó el diputado, y agregó que suponía “que entonces el día viernes podremos enterarnos del contenido del contrato que contiene muchísimo misterio”.
Del Frade se hizo eco de muchas de las hipótesis sobre las llamadas cláusulas secretas. “Están aquellos que hablan por ejemplo de que el costo ambiental enorme que supone la fractura de las napas que se hace allí en Vaca Muerta a través del agua -eso que se conoce como fracking- es asumido por YPF y no por Chevron”, comentó el diputado. Y agregó que otra de las hipótesis sobre los misterios del contrato tiene que ver con la forma de resolución de determinados conflictos: “Sospechamos que el tribunal arbitral para mediar en cualquier tipo de litigio en cuanto a la prestación del servicio no sería argentino si no que sería inglés”. En relación a esto último, incluso agregó que no se sabe si el texto del acuerdo está redactado en inglés o en castellano.
Todo indica que este viernes 26 de febrero, el documento que selló el acuerdo entre la petrolera norteamericana y la hidrocarburífera argentina será revelado, a pesar de la resistencia de ambas empresas.
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