No hay edad para el amor

Siempre pensé que era al revés
Lo compartís todo para quedarse y vivir así.
Esperando encontrarte volví, pero ya habías partido
El prejuicio siempre pudo más que nuestro pequeño amor
La amistad envidiosa seguramente nos alejó.
Éramos indestructibles pero el vuelo nos arrasó
Nunca olvidaré nuestras mañanas en verano; la carpa y el sillón. Tu disfraz de vaquero y corriéndome por el comedor.
Tampoco olvidaré tus manos de sol y mi humor sin razón. 
Amaba reír juntos y decir cosas que hoy, se nos olvidó 
Volver a reír juntos y acabar haciendo el amor.
No creo que el viento se lo haya llevado todo,  al menos tu voz jamás volvió.
No es sano el ultimo recuerdo que nos reunió. 
Vos descompuesto en la chacra y yo llorando sin ilusión.
Antes de aquello eramos felices, muchos mates y viajes al sur. 
No comprendo que sucedió con exactitud.
Solo se que hace un año me buscaste en la salsera de mi ciudad, después de eso todo es gris y nunca más te volví a ver.
No colgaré mi tristeza en hombros ajenos, prometo dejarte ir.
Y en cada estación de verano en tu honor, un vino me voy a abrir.
Para que en ese momento al menos, seamos dos y no sol sea yo.
A pesar del dolor de tu partida,  las contrariedades no tenían razón.
Vos sabías mejor que yo que no hay edad para el amor.
No pude vender el prejuicio y ese pasado me condenó.

Juro que si pudiera volver a quererte no habría edad para mi amor.

Jaquelin Parada

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