Crónicas largas de un suspiro
Que ganas tengo de conocerte. De verte sonreír, tomarte de la mano, sin reglas, ni rutinas, sin tiempo y sin espacio. Que ganas tengo de conocerte. De encontrarte en el humo de una tarde cualquiera, entre mates de miel de un mantel de estrellas Que ganas tengo de conocerte. De devolverte el silencio. De sumarme a tus sueños. de abr azarn os a ajenos, de ampararnos el alma. Que ganas tengo de conocerte. De colgarnos de huérfanos corazones, en ilusas canciones y alquimias perdidas, en añejas visiones. Que ganas tengo de conocerte. De ser inmortales, de viajar con el viento, de ser el oasis del reencuentro. Que ganas tengo de conocerte. Sin espejos, ni reflejos, sin rasguños, sin amores rancios. Sin olvidos, sin prohibidos, y sin huellas a mitad de algún latido. Que ganas tengo de conocerte De dejarte libre y que me eli