La nada

Años de un infiernoso deseo
De imaginación extrema
De cargar con ésta sensualidad ajena
De estremecerme en tu ausencia
De verte,
De comerte sin tocarte
Años de esperar el momento
De querer y no animarme
De sentir a escondidas
Como un buen vino una noche de lujuria
Palabras sueltas,  a la nada
Todo fue pedazos de nada, de vos, de mí.

Quebraste el sentimiento por impulsos
Desechaste sin saberlo lo que pasaba entre nosotros
Quererte y no quererte, esa es la cuestión

Eras como el reflejo de la luna en el mar
Una estrella colgada en la melancolía de mi alma
Un dedo apuntador en mi corazón
Eras; millones de lágrimas y un refugio que no existía

Me tocaste y todo se derrumbó
Creía que el amor podía nacer
Que las melodías nocturnas sonarían a nuestro compás
Pero… nada ocurrió

Sos; un sendero más
 una voz oculta y extraña
Un sentimiento sin sentido,
que muere en este instante.


Jaquelin Parada




Comentarios

Entradas populares de este blog

Abriendo el corazón, desde la compresión consciente de nuestra energía

UNASUR y las teorías de la integración