La Autonomía como concepto, en teorías de las relaciones internacionales.
La Autonomía fue también
objeto de estudio durante la Guerra Fría, por ejemplo la Escuela Realista la
interpretó desde el plano doméstico como la capacidad de las decisiones para
formular políticas exteriores, sin verse restringidos por las influencias o
presiones de la sociedad. En tanto que analizada por la misma Escuela desde el
plano externo, tienen preferencias que son determinadas desde la apreciación del
Estado como actor racional y unitario que define y proyecta el interés
nacional, que lucha para garantizar su predominio y seguridad. Siempre teniendo
en cuenta que para el realismo los Estados pequeños están preocupados por la
supervivencia y no tienen autonomía real, están condicionados a sus prácticas internacionales por el
contexto mundial.
Desde la teoría de la
interdependencia- autonomía; entienden que ésta última es diferente, porque hay
una multiplicidad de canales y agentes que relacionan a la sociedad, conectando
lo interno con lo externo. Digamos que desde una mirada doméstica dicha relación
de lo interno con lo externo, disminuye el valor del recurso militar para
dirimir lo interdoméstico, revelando la centralidad alcanzada por los asuntos económicos
en política mundial, y la importancia de los regimenes mundiales para manejar
la agenda global. Ésta teoría entiende
la autonomía como la capacidad de un Estado como colectividad para hacer
decisiones que den forma a su política y
futuro económico. Porque entiende que el impacto de las relaciones
internacionales crea control de la brecha y da capacidad para lograrlo,
entonces el problema no sería la perdida de la soberanía política, sino la
perdida de los derechos políticos y autonomía económica.
Por todo ello sobresale el
criterio de que la interdependencia reduce la autonomía. Es clave observar entonces
el vínculo economía-política en relación con la autonomía. Porque para ésta
teoría, la autonomía política se ve restringida por la vertiginosa
interdependencia económica (efecto de la expansión capitalista), lo que provoca
la contradicción de los actores poderoso, ya que hablan de participación
de todos, pero el papel principal lo
sigue teniendo el Estado.
La diferencia de ésta teoría
con el realismo, es que el primero incorpora la mención del CAMBIO en relación
con la autonomía, siendo en este plano imposible para los interdependentistas. Aquí
la autonomía es dinámica y variable, porque no está garantizada y no se preservará
fácilmente dentro del proceso de globalización, más allá de los esfuerzos.
¿Qué sucede con la autonomía
y la economía, en política internacional?
Según vertientes históricas estructuralistas
de la economía política internacional, y que se evalúan a partir de las posibilidades
de decisión y acción independiente con que cuente un Estado a nivel domestico;
se derivaran dos grandes conclusiones (de su potencial autonomía en materia política
exterior).
Una de ellas es marxista y
neomarxista; que define la autonomía a diferenta de las visiones tradicionales
e instrumentales sobre el Estado, destacado su autonomía relativa. Lo que
significa que el Estado puede asumir una actitud independiente respecto a las
clases dominantes para garantizar la reproducción del sistema capitalista,
organizar la hegemonía y asegurar la coalición nacional.
La otra vertiente de conclusiones
es estatista; resaltando dos de ellas; la de Theda Skocpol, para quién el
Estado es una organización relativamente independiente que posee recursos necesarios e intereses concretos. El Estado
obtiene una autonomía adicional al participar en un sistema internacional
marcado por la disputa y la competencia. En tanto que Michael Hann considera
que el Estado ha logrado mediante el proceso de centralización y
territorialización un poder infraestructural que le brindó mayor autonomía
frente a la sociedad. Poder que le permitió controlar e influenciar en todas
los aspectos de la vida social, sobre todo lo económico.
Por ello, la autonomía es de
naturaleza relativa, puede ampliarse según el poder del respectivo Estado
(evidente en los países más desarrollados).
Parece que todas las
corrientes tiene un hilo conductor con sus variables, que la autonomía
parece necesaria, viable y hegemónica, sobre todo para los actores con
mayor poder. A su vez, esta mayor autonomía, es estable por Estados, sobre todo
los industrializados. Entonces la autonomía es la capacidad que resulta de la
conjunción de elementos materiales, lo que refuerza la diferencia, la distancia
y la disputa entre los poderosos de esos recursos y los que carecen de los
mismos.
Claro que también se puede
focalizar el análisis de este concepto a nivel latinoamericano, en las miradas
de Puig o Jaguaribe, por nombrar a algunos teóricos, pero eso; quedará para
otro comentario.
Autora; Jaquelin Parada.
Fuente: JUAN GABRIEL TOKATLIAN.
Posguerra fría y política exterior
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