Alejandro Magno y vos

Tu quijada. Tu bello púbico.

Tus ojos, tu nariz y tu boca, tienen ese heroico arte tallado de Alejandro Magno en tu piel.
Tu altura, tu cuerpo y ese calor escondido en tus brazos, son como la omnipresencia
épica y helénica de antaño.

Si por un momento se detiene la historia porque ya no tiene  más tiempo, estoy segura que caería en tu reflejo solo para verte una vez más.
Sos único,  y quien derribó cada uno de mis muros. Quien conquistó mi corazón y coronó mis sentidos, con su grandeza
Alejandro Magno y vos
Un espejo que me deleito en ver, cuando caigo en tus labios una noche cualquiera
De esas que enredados en algún punto de la ciudad nos encontró la madrugada
sin despegarnos del sonido de nuestra respiración.
Nadie puede negarme este deseo que me eleva, al verte.
Ni yo misma puedo ocultarme de tu encanto mi helènico del siglo XXI.
No se si en otra vida fundaste 50 pueblos como Alejandro, pero  me basta notar que te perdés en mis manos como dejando que la batalla se inicie.
El toque final es tu espada llena de miel, que me atraviesa los sentidos
Mi alma se reconoce en la tuya el sabor del pasado, de tu viento de victoria, de tus sueños por cumplir

Tus anhelos olvidados cobraron vida en nuestras miradas
Mi Alejandro Magno
El que me liberó del opresor miedo. que hasta hoy me acariciaba.
Sin pensar transitamos lo inhóspito de este sendero sin fin, con tu yelmo y mi cielos, camineros juntos eternamente.
No me sueltes. Yo....te sigo




                                                                                                                                Jaquelin Parada

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