El túnel del tiempo

En el túnel del tiempo no hay manera de no verte.

Cobijándonos del mundo, acurrucados  interpretábamos la vida entre los roces de la piel.
En cada suspiro, en cada latido, hacíamos el amor.
El escalofrío de mi cuerpo al ser recorrido por tus dedos, nos lleva al éxtasis sin poder soportarlo.
Besame siempre así, nunca dejes de mirarme, me pierdo en tus labios y así, iniciamos de nuevo.

Si a veces huyo no es falta de amor, sino exceso de deseo y falta de energía.
Te lastima mi ignorancia de no saber hasta dónde te amaré así, nada importa si esto brota de las sabanas, de tu mente, de la mía, que más dá. Volvamos a empezar.
 Tus posiciones viriles. Tu lunar en la nariz.
Completamente a oscuras, desnuda, en penumbras y en días lunas, estás ahí. Acariciando mi espalda mirando el cielo en mis senos.
Sos la imagen perfecto del mundo entero al revés, entre mis piernas mi cielo vamos a jugar otra vez.

Tracé líneas en tu vientre con lapiceras y colores. 
Primero dibujé la primavera con mi lengua, por tu pecho. 
Después descendí a lo más profundo de tus extremidades sedientas, hice dos lineas de nuevo, para encontrarme en tu huella.
Con el mayor de los respetos, acudí al color de los placeres y al costado de tu ombligo quedé colgada de un hilo. 
Lograste perderme, no puedo negarlo.
Todavía cierro los ojos y me acompaña tu aroma.
Todavía tus gemidos acarician mis oídos, en silencio te desnudo a la distancia  y consuelo tus encantos y un desconsuelo de saberme sola
en medio de esta locura tuya y mía, ahora.






Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Abriendo el corazón, desde la compresión consciente de nuestra energía

UNASUR y las teorías de la integración