El hombre ¿es el lobo del hombre?

La única forma que hasta ahora conozco, de revertir mi impotencia comprensiva, es escribiendo.

Mientras la televisión encendida, me trae sonidos de  una cobertura periodística, con balas de goma, voces agitadas de colegas en una manifestación en vivo desde el Congreso de la Nación Argentina. Me recuerda a mis épocas de álgidas situaciones cuando trabajaba de movilera radial. Mis inicios fueron en los días de 2001 en mi país. Cuando mi ignorancia de los 21 años no me permitían comprendía la magnitud de aquel agobio democrático. 

Desde entonces ésta radioaficionada que les habla, decidió estudiar historia, derecho, periodismo, sociología, teología, y la cultura sociopolítica de otros continentes. Por tanto, ahora las circunstancias no me sorprenden demasiado.  

En un contexto de generalizada provocación, de ahogo financiero e intolerancia masiva, me supera la barbarie en mi concepto democrático y decido sabiamente alejarme del odio para encontrar explicaciones cuerdas a tanto alboroto violento.

No se puede ser periodista y estar intelectualmente de un lado o del otro en la empática grieta, como le llaman ahora en los medios de comunicación.

Hay medidas económicas importadas de recorte a jubilados, a beneficiarios de subsidios estatales, que se enfrentan a la posibilidad en la apertura del mercado interno.

Hay decisiones del gobierno de turno, condicionadas al beneplácito de multimillonarios y dueños de los sueños de miles de argentinos. 

Siento que volvemos al análisis greciano entre política, el poder y moral.

¿Qué esperan que haga la sociedad? 

No comprendemos lo que nos dicen, cuando enfrente tenemos ejemplos de medidas corruptas provenientes de propio Estado Argentino.

¿ Qué esperan de la gente, de nuestra salud publica, nuestra educación y seguridad? 

Sabemos que se caen a pedazos cada año por el mal manejo de nuestro presupuesto.

En algún momento la raza política deberán tener la obligación de ser realmente honesta y trabajar como el resto de los mortales. ¿ Pueden al menos, entender que el pueblo sufre? 

¿Por qué y para qué, están en mandos gubernamentales si no pueden comprendernos ni trabajar en pos nosotros, el pueblo? 

Los hemos parido de entre nosotros a cada uno de ustedes!! Son familia nuestra, ¿ cómo pueden olvidarlo? Los hemos elegido por voto soberano a casi todos. Presidente, gobernadores, intendentes y cargos legislativos nacionales, provinciales y municipales. Ustedes ponen sus ministros y subsecretarios, ustedes elijen su referentes en cada tema de interés social. Si no funcionan, roban o mienten, échenlos! Respétenos 

Como integrantes del Estado tienen la responsabilidad de responder a nuestras demandas, así como nosotros debemos pagar los impuestos para mantenerlos ahí dentro.

Pero el pueblo no solo es un ente pasivo pos ausunción de los gobernantes elegidos. 

Nosotros también tenemos derechos activos para sacarlos del puesto si es necesario 

¿ Cuáles son esos derechos? 

Primero tenemos la obligación de saber a quién votamos, debemos leer sobre cada uno antes de elegirlos. Después debemos leer la Constitución Argentina, buscar información en Internet al respecto. Debemos querer conocer nuestros poderes otorgados y la revocación de los mismos. Ahí está la clave, nuestro control del gobierno de turno. 

Si nosotros no leemos no podemos saber qué hacen con nuestro dinero, qué hacen con nuestros destino como pueblo, ni qué hacen con nuestro trabajo, sueños, alimentos, seguridad, educación, salud, etc.

Sabemos que una vez en el poder, se dedican a negociar a nuestras espaldas.¿Somos realmente conscientes de eso? ¿Hemos sido engañados? No señores! no hemos sido engañados. Porque antes de las votaciones en plena campaña, todos vimos como entregaban dinero, cajas de alimentos y electrodomésticos a cambio del voto. ¿ Hicimos algo? no. 

Ellos llegaron al poder igual, ahora; ¿podemos hacer algo? si que podemos. Podemos  estudiar y enseñar a los nuestros a elegir mejor. Ser la voz de la mayoría para cambiar lo que no nos gusta, con fundamentos y pruebas. Tenemos que denunciar la corrupción, por ejemplo podemos pedir por el funcionamiento institucional de un 0800  gratuito y bajo control, manejo y dirección de personas apolíticas, con fondos estatales. 

Es una idea, pero las hay varias que pueden cambiar nuestra vida. 

En este contexto sabemos además,  que la justicia actual tiene rezagos de la dictadura. Quiero decir, esas leyes que hoy, el poder judicial debe castigar por incumplimiento, fueron concebidas por gobiernos de facto de nuestra historia.

¿Sería el poder ejecutivo quién debe actuar en la derogacion de dichas leyes? Si, y lo debe hacer en conjunto con el poder legislativo, porque los tres poderes deben controlarse a si mismos. ¿Lo están haciendo? en parte. Obviando algunas cositas que no les conviene cambiar. Ahí es donde el pueblo debe conocer e intervenir.

No voy anegar que admiro a quienes tienen sentimientos repulsivos para con el Estado, no solo porque es lo que tenemos por elección democrática, sino porque el humano moderno aún no ha encontrado cómo vivir sin el control estatal.

Ni siquiera el comunismo es tan sabio para que la gente viva bien y deje de quejarse.  

Podríamos decir que en anarquía, no podemos vivir.

Pero personalmente anhelo, que  alguna vez no haya control, ni hambre. No exista la mezquindad, ni la necesidad de dinero. En un mundo donde todos podamos trabajar la tierra y pensemos en el otro, antes de hacer algo. Donde no haya robos, asesinatos, etc. 

Es utópico, comprendo. Y tiene una biblioteca de autores como Thomas Hobbes que consideran que el hombre es el lobo del hombre, comprendo.

Pero espero que sí, que alguna vez suceda. 

Vivir sin este sistema capitalista, consumista, maltratador de grupos étnicos y minoritarios. Discriminador del que no encaja en los estereotipos y pesimista con nuestro futuro.

Ansió que nuestros hijos sean libres pensadores, irreprimibles e incorruptibles, sabios de alma, y despierto de intelecto. Lleno de amor al prójimo y cautos en el uso del medio ambiente.

Alvin Tofler decía el saber es poder, el poder es saber. Me quedo con esa frase y apago el televisor.

Oshila