Rostro


Puedo encontrarme mil caminos  pero jamás hallaría ese rostro.
Él me iluminaba, me llenaba el alma. 
Esperaré una eternidad  hasta volver a encontrarlo.


No le guardo rencor.
Él no supo conquistarme, no quiso buscarme. 
Fue un rostro de amor perdido, de olvidó, de cenizas de lujuria abandonada.
Fue semblanza y paz. 
Fue amor del bueno. 
Fue pleno, fue mío, fue real.
Me enseñó tristemente a amar.


Tenía millones de formas para volverme a enamorar.
Deicidio quedarse en mis sueños, esperando el día en el que yo, cruzara el portal. 




Oshila

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿ Cómo se dio la evolución de la deuda externa argentina desde 1990 hasta 2005? y; ¿cómo se produjo la reestructuración en dicho año?

“Globalización, Rol del Estado y Relaciones Internacionales en el Realismo de Robert Gilpin” de Raúl Allard Neumann.

Abriendo el corazón, desde la compresión consciente de nuestra energía