Economía mundial
[1]La finalización de la Segunda Guerra
Mundial dio lugar; en el marco de la
economía global; al inicio de un nuevo período caracterizado por dos fenómenos:
Uno de ellos es la
mundialización; como una nueva realidad surgida de la proyección a escala
mundial de las actividades productivas de bienes y servicios, la conformación de
un mercado global único, la creación de acuerdos regionales de integración y
una amplia libertad de movimiento de los flujos de capital, tanto financieros
como productivos, entre otros.
Mientras que en segundo
termino hablamos de regionalización, donde se prioriza la racionalidad
económica en el sistema internacional.
Un nuevo periodo en el que
algunos Estados (con sus elementos constitutivos, tales como población y
territorio) y sectores económicos, están siendo más beneficiados que otros.
En éste contexto, por ejemplo;
la acusación de India a los países ricos
en cuanto a la negociación de la
cuestión de los subsidios, fue mediante la utilización de la frase [2]“desde
una espada y un escudo”. Frase que bien puede aplicarse al reclamo de algunos
grupos económicos como es el caso del G-22, quienes solicitan a la UE (Unión Europea) y EEUU que
desmantelen sus sistemas de subsidios.
Ahora bien, la discusión en torno
a los “subsidios” es de larga data y muchas veces omitida en la lista de temas
en reuniones de políticos, diplomáticos, economistas e interesados, para hablar
de economía a nivel mundial. Un lugar propicio para el debate es la OMC (Organización Mundial de
Comercio), creada en 1995 que pretende ser un foro de debate y que agrupa a más
de 50 países, con diferentes niveles de desarrollo.
Y, en la [3]Rueda
de Doha (con proyección de encuentros entre 2001-2004), los países desarrollados en 2001 solicitaron
trato equitativo en materia comercial, y más atención a los problemas de sub
desarrollo. Mientras que en relación al proteccionismo, representantes
comerciales de EEUU enviaron una carta en 2004 al resto de los miembros de la OMC , proponiendo la
eliminación de todos los subsidios a las exportaciones agrícolas, y la
reducción de los aranceles sobre la importación de bienes y alimentos.
Sin embargo estos gestos, parecen
tener poco efecto en la realidad, al menos mientras EEUU mantenga relaciones
bilaterales con America Latina, en vez de accionar desde la visión regionalista,
como por ejemplo bien puede vincularse con el Bloque del MERCOSUR.
Entre las voces críticas a la
forma del abordaje de estos temas, encontramos a una [4]investigadora
argentina de FLACSO Diana Tussie, quien afirma que las trabas a las
negociaciones comerciales en realidad no pasan por lo agrícola, sino por la
capacidad o incapacidad de negociar de la gran cantidad de países que en vías
de desarrollo, ingresaron a la OMC. Entonces se
plantea el tema agrícola como una suerte de cortina de humo que tapa el real
problema; que sería el desacuerdo entre países sub desarrollados, y dentro de
cada uno de sus gobiernos, los problemas que tiene entre: gobierno-empresas
exportadoras, dice Tussie.
Podemos notar que la economía
mundial o global, se desarrolla dentro de una globalización desigual. Al respecto,
me quiero detener en algunos conceptos;
antes de avanzar con la idea de” globalización responsable”.
Según el FMI (Fondo Monetario
Internacional) la [5]globalización es un proceso histórico como resultado de la
innovación humana y el progreso tecnológico. Refiere a la creciente integración
de las economías de todo el mundo, mediante el comercio y flujos financieros.
Proceso que significa la perceptible perdida de fronteras del quehacer
cotidiano en distintas dimensiones de la economía, información, ecología,
técnica, conflictos transculturales y sociedad civil.
Si tenemos en cuenta algunos cambios que han sido
significativos luego de la caída del Muro de Berlín, como son la crisis del principio ordenador de las relaciones
interestatales que involucra a la soberanía del estado; la crisis del patrón
básico de comportamiento en el sistema, que involucra a búsqueda de autonomía en
un mundo caracterizado por las rivalidades interestatales. Y finalmente, ante el
creciente cuestionamiento de las reglas en las que se basó hasta esos años el orden
internacional westfaliano, encontramos las consecuencias manifiestas en el equilibrio
de poder, la acción de los poderes en sus áreas de influencia o, la guerra.
Ahora bien, según [6]Manuel
Castells si la base de la globalización es el
libre comercio; que incrementa la competitividad y la productividad de todos
los países que abran sus economías encaminadas en la senda de la prosperidad
compartida, la realidad es que los datos dicen que las cosas no son tan claras.
Sin embargo, cuando se quiso encontrar
formulas para hace frente a los problemas originados por la globalización, el
consenso en muchos temas se detiene.
Según Castells en la opinión
dominante y en el deseo de querer controlar éste fenómeno, se plantea el hecho
de no poder hacerlo sin hacer quebrar el Mercado, resucitando la excesiva
intervención gubernamental, lo que espantaría a los inversores. Con todo ello y
ante la idea mayoritaria de avanzar hacia “una nueva arquitectura de regulación
internacional” hay también una oposición que plantea en qué podría consistir
esta regulación. Son el caso de EEUU, el FMI, gigantes empresas financieras y
los Mercados Bursátiles, sumado al desacuerdo existente entre gobiernos.
Parece que los países más
avanzados pueden seguir viviendo, creciendo y disfrutando del mundo tal y como
es, más allá del lado oscuro de la globalización que enfoca al drama humano.
Castells afirma que si aceptamos que estamos en una tormenta de
transición a un nuevo orden económico internacional caracterizado por el
desorden como forma de vida, se confía en que el dinamismo del sistema tecnoeconómico
que hemos creado supere por si mismo las actuales contradicciones, y cuando
existan crisis sociales, económicas o políticas, habrá que tratarlas con
formulas especificas para cada una.
Entonces el debate no es sobre
comercio internacional o sobre nuevas tecnologías sino; en cómo se hace la
transición a la era de la información y la economía global; en función de qué
valores y bajo qué mecanismos democráticos de información, representación y
decisión política.
Para eso me parece importante
traer al texto una frase textual de [7]James Wolfensohn
presidente del BM (Banco Mundial) dicha durante la Cumbre de las Américas en
Santiago de Chile en 1998, a
los efectos de desasnar el camino de lo que fue el Consenso de Washington (CW).
“Juzgar a los países por indicadores
económicos sin medir los sociales que es donde se define el éxito o fracaso”, dijo
James.
Uno de los idearios del CW, fue
Johon Williamson, quien convocó a de 10 países latinoamericanos y a la
organización internacional a una conferencia a inicios de la década de los 90´;
bajo la permisa de 10 puntos de reforma. El objetivo era “orientar a los
gobiernos de éstos países en desarrollo”, y valorar los avances en materia
económica, donde los países pedirán ayuda.
Los 10 puntos del CW:
1)
Disciplina presupuestaria; como elemento esencial en
los programas negociados por el FMI con los países miembros que desean obtener
préstamos. (Punto íntimamente relacionada
con la disciplina fiscal).
2)
Cambios en las prioridades del gasto público; (no sobre
el aumento de la recaudación tributaria) se trató de desviar el gasto
improductivo de los subsidios hacia áreas como la sanidad, la educación o las
infraestructuras, para combatir la pobreza en beneficio de los menos
favorecidos.
3)
La reforma fiscal; el método más adecuado para
incrementar la recaudación tributaria hasta un nivel mínimo necesario,
consistía en instaurar una base imponible íntegra y amplia, a la vez que se mantenían
unos tipos impositivos marginales moderados.
4)
Los tipos de interés; debían seguir dos principios: uno
de ellos ser determinados por el mercado para evitar una asignación inadecuada
de los recursos, y el otro; deberían ser positivos en términos reales para
desincentivar las evasiones de capital e incrementar el ahorro.
5)
El tipo de cambio; determinados por las fuerzas del
mercado y que fuera competitivo, como elemento esencial de una política
económica “orientada hacia el exterior”, donde la restricción de la balanza de
pagos se supera básicamente por el crecimiento de las exportaciones más que por
la sustitución de las importaciones.
6)
Liberalización comercial (la liberalización de las
importaciones); donde lo ideal era una situación en la que el coste en recursos
nacionales para generar o ahorrar una unidad de divisa fuera igual entre
industrias de exportación e importación en competencia.
7)
Política de apertura para la inversión extranjera
directa; dicha inversión podía aportar capital, tecnología y experiencia
mediante la producción de bienes necesarios en el mercado nacional o
contribuyendo a nuevas exportaciones. Además, podía promoverse mediante canjes
de obligaciones por acciones, lo cual permitiría reducir la deuda externa.
Política de privatizaciones; porque podría ayudar a la reducción de la
presión en el presupuesto del gobierno, tanto a corto plazo gracias a los
ingresos derivados de la venta de la empresa, como a largo plazo, puesto que el
gobierno ya no tiene 1)
que financiar la inversión necesaria. Basándose en que la
industria privada está gestionada más eficientemente que las empresas
estatales.
2)
Política desreguladora; como un modo de fomentar la
competencia en América Latina, con las economías de mercado más reguladas del
mundo, principalmente gestionadas por administradores mal pagados y fácilmente
corruptibles. Dichos mecanismos de regulación se basaban en controlar los
establecimientos de las nuevas compañías y de las inversiones, restringir la
entrada de inversiones extranjeras y los flujos de transferencia de beneficios,
controlar los precios, implantar barreras a la importación, asignar créditos de
modo discriminatorio, instaurar elevados niveles de impuestos sobre la renta de
las empresas, etc.
3)
Derechos de propiedad; de importancia fundamental para
el funcionamiento satisfactorio de una economía de mercado; y hasta el momento
en América Latina dichos derechos eran muy inseguros.
Aunque el CW tuvo algunos efectos
positivos, fueron mayores los negativos. A fines de los 90´ encontramos una población
desanimada o fatiga ante las reformas, desde el sentimiento que su economía no
marchaba bien y ante la realidad observable del aumento de la pobreza, inequidad e inestabilidad económica, con
sucesivas conmociones sociales.
Al respecto, Casilda dice que [8]la legitimidad política y social de
cualquier estrategia que se quiera económicamente implementar, dependerá de que
abren los canales de participación y esto; es un problema para el autor desde
dos perspectivas; una de ellas política: porque la participación de estos
sectores en el desarrollo social y el proceso productivo es requisito para
formar ciudadanos responsables y comprometidos con el sistema político estable.
Por otro lado es un problema económico; porque no se conoce ningún país que
haya logrado ser competitivo internacionalmente con el 40% de su población por
debajo d el aliena de pobreza.
Con todo ello comenzaron a
gestarse una serie de críticas y observaciones de los efectos reformistas, permitiendo
el surgimiento de una [9]segunda
generación de reformas, dirigida a los aspectos positivos de la actuación del
Estado; desde la necesidad de una nueva complementación con nuevos elementos
para alcanzar un conocimiento más detallado sobre el marco institucional y las
condiciones previas para evitar fallas en procesos de privatización y reducción
de riesgos de crisis en un contexto de mayor movilidad de capitales y Mercados
financieros liberalizados.
El eje sería el fortalecimiento
institucional desde las reglas del proceso presupuestario y fortalecimiento de
bancos centrales autónomo, apuntando a la adopción de políticas sociales. Esto,
plantea un desafío para los gobierno, ya que anteriormente solo requerían de su
voluntad, pero ahora; las medidas son mas complejas porque se basan en el
establecimiento de un sistema de supervisión efectiva a largo plazo y en un
fortalecimiento de la administración publica con el fin de desarrollar un
servicio civil de carrera, vinculando a actores públicos y privados.
Algunos de estos temas fueron; el
compromiso de los países industrializados en materia de asistencia oficial para
el desarrollo (AOD) y la reafirmación del papel de los bancos multilaterales de
desarrollo donde además de apoyar a países pobres, deberían atenuar las
repercusiones de la inestabilidad de los Mercados financieros.
Ésta es la agenda que pretende
ser la base de la nueva arquitectura económica internacional, desde la firme
coordinación de políticas macroeconómicas de los países industrializados, con
acciones regulatorias en países de origen de los capitales; con extensión
progresiva y voluntaria de códigos y estándares internacionales; con medidas macroeconómicas
preventivas; de necesidad de perfeccionar el funcionamiento de emergencia del
FMI, etc.
Podemos notar entonces, que el crecimiento económico por
si solo no se traduce en el progreso del desarrollo humano en cuanto a su
calidad de vida dentro de la sociedad, sino no existirían las tan ansiadas
metas de erradicar la pobreza o equiparar los niveles de desigualdad. Sino que
ante el avance de la económica mundial y solo tomando algunos índices del PBI
de algunos países, podemos decir que su población no siempre vive en
condiciones óptimas, lo que no implica que altos niveles de PBI sean
proporcionales en términos equidad política o social.
Son muchos los aspectos para evaluar el bienestar e incluso lo vinculado a la equidad que
también enmarca a la libertad de las personas. Pero más allá de ello; y con el
objetivo de una mejor formulación de políticas públicas, se debería tener
presente un diálogo constante con la
población.
Al respecto existe un Informe
sobre Desarrollo Humano 2013 publicado por el Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD), que nos otorga interesantes datos
estadísticos en el marco de una Economía mundial como la que estamos viviendo.
Dicho informe mide el Índice de Desarrollo Humano (IDH) compuesto de
indicadores con tres dimensiones: longevidad, logros en educación y control
sobre los recursos necesarios para un nivel de vida digno. Han observado mejoras notorias de todos los componentes del IDH en todos
los grupos y regiones, con un mayor progreso en los países con un IDH bajo y
medio. Sobre esta base, el PNUD [10]considera
que el mundo es cada vez más equitativo.
Sin embargo, los promedios nacionales ocultan grandes diferencias en cuanto a
experiencias humanas, ya que aun persisten fuertes disparidades en los países,
tanto del Norte como del Sur, y a su vez se han generado desigualdades en los
ingresos no solo dentro de ellos, sino también entre los propios países. La situación reinante en 2013 puede percibirse como
un relato sobre dos mundos diferentes: un Sur renaciente, especialmente notable
en China e India, donde hay un gran progreso en desarrollo humano, el
crecimiento parece mantenerse sólido y las perspectivas de reducción de la
pobreza son alentadoras; y un Norte en crisis, donde las políticas de austeridad
y la ausencia de crecimiento económico dificultan la situación de millones de
personas desempleadas y de personas privadas de beneficios, a medida que los
pactos sociales son sometidos a una intensa presión. También hay problemas más
profundos, compartidos por el Norte y el Sur: una creciente desigualdad en
muchos países, tanto desarrollados como en desarrollo, que amenaza la
recuperación mundial y la sostenibilidad del progreso futuro, y
limita la reducción de la pobreza;
además de graves cuestiones ambientales.
El informe plantea su vez, que tanto el Norte como el Sur,
precisan uno de otro, y además observa que en los últimos años ha habido una
reorientación de la producción mundial, ahora con mayor destino al comercio
internacional (CI) que en 2011, cuando representaba cerca del 60% de la
producción global.
En cuanto a los países en desarrollo el mismo informe
menciona que entre 1980 y 2010 dicha participación en el comercio internacional
de mercancías aumentó del 25% al 47%, mientras que su participación en la
producción mundial pasó del 33% al 45%; pero las regiones en desarrollo también
han estrechado vínculos entre sí. Por ejemplo, entre 1980 y 2011 el comercio
entre países del Sur aumentó de menos del 8% del comercio internacional de mercancías
a más del 26%.
Sin embargo según el
PNUD; Estados Unidos sigue siendo la mayor economía del mundo en
términos monetarios y seguirá siéndolo en el futuro cercano.
Ahora bien; si los desafíos mundiales, como el cambio
climático y los ecosistemas estresados, exigen de los países una cooperación incluso
mayor, hay que entender que muchas de las instituciones y los principios actuales
de gobernanza internacional fueron pensadas para un mundo diferente del actual.
Por eso el Sur está subestimado, y para sobrevivir, las instituciones
internacionales deberían ser más representativas, transparentes y responsables.
Y; al respecto la mayoría de los países
de éste Sur renaciente han comenzado a implementar tres notables impulsores del
desarrollo:
1) Un Estado desarrollista proactivo: un Estado
responsable, que desarrolla políticas tanto para el sector público como el
privado, desde el liderazgo y una visión a largo plazo; con normas y valores
compartidos, y en reglas e instituciones que promuevan la confianza y la cohesión.
Un aspecto clave del crecimiento en el que se fomenta el desarrollo
humano es lograr un notable aumento de los puestos de trabajo de calidad. Pero
en sociedades grandes y complejas, el resultado de cualquier política en
particular es inevitablemente incierto; por ello es que los Estados
desarrollistas, deben ser pragmáticos y probar una diversidad de enfoques.
2) Aprovechamiento de los mercados mundiales: Todos los
países en vías de industrialización han seguido la estrategia de “importar lo
que el resto del mundo conoce y exportar lo que desea”. Pero con estos
mercados, las condiciones de contratación resultan aún más importantes, porque
sin la inversión en las personas, los ingresos provenientes de los mercados
mundiales tienden a ser limitados. Es más probable alcanzar el éxito no a
través de una apertura repentina, sino de una integración gradual y secuenciada
con la economía mundial, acorde a las circunstancias nacionales, y acompañada por
inversiones en la ciudadanía, en diferentes instituciones y en infraestructura.
3) Y una fuerte innovación en políticas sociales: Se trata
de generar círculos virtuosos en los que el crecimiento y las políticas sociales
se refuercen uno a otro. Por ejemplo promover la igualdad, especialmente entre
diferentes grupos religiosos, étnicos o raciales, también contribuye a minimizar
el conflicto social. Mientras que contar con educación, atención de la salud, protección
social, empoderamiento legal y organización social permite que las personas
pobres participen en el crecimiento.
En el siguiente [11]cuadro
y según el informe; los países que se encuentran por encima de la línea de 45
grados tenían un IDH superior en 2012 al de 1990. Los marcadores grises y
azules, indican los países con mejoras en el IDH entre 1990 y 2012
significativamente superiores a las previstas; dado su IDH en 1990.
Se proyecta que
Brasil, China e India combinados representarán el 40% de la producción mundial para
2050 (en 1950 representaban el 10%). En el siguiente [12]cuadro
la producción se mide según la paridad del poder adquisitivo en dólares
de 1990.
Ahora bien; si uno
de las tres dimensiones del IDH es la educación y; según Castells en su planteo
sobre la “nueva arquitectura de regulación internacional” como parte de
la adhesión mayoritaria intelectual e internacional; y entendiendo que el fortalecimiento
de las instituciones y la conciencia ciudadana son parte de los desafíos;
deberíamos contemplar además dentro de muchas otras variables, a la libertad de
expresión. Sabiendo que si éste derecho se restringe, también se cercenarían
las posibilidades de fiscalización ciudadana dando lugar a abusos por parte de
las autoridades y de la propia sociedad civil.
En cuanto a este tema, existen una [13]serie
de informes sobre “Sociedad y Política” de dos cientistas políticos chilenos; Claudia Hernández R. Fernanda Muñoz, quienes
se basan sobre tres atributos que para
ellos, constituyen una “condición de entorno básico” para la democracia formal.
Los mismos afectan directamente el comportamiento de los indicadores de la
democracia real, mencionando;
- la eficiencia política y calidad institucional;
- el ejercicio de poder efectivo para gobernar (por
parte de los gobernantes electos) y;
- el respeto a las libertades civiles y los derechos políticos.
Es
por ello que han elaborado dicho informe para percibir el incremento en los
últimos años del número y magnitud, de los ataques a medios de comunicación,
periodistas y organizaciones de la sociedad civil en el ámbito de Latinoamérica.
El objetivo es encontrar una relación entre, libertad de expresión y desarrollo
y/o la evolución de las libertades democráticas en los últimos años.
De
esta manera, ambos cientistas describen la evolución del derecho a la libertad
de expresión, sobre la base del Índice de Libertad de Prensa de Freedom House
que permite ver la evolución en la última década. Dicho índice de “Freedom
of the Press” desarrollado por Freedom House, propone una lista
mundial de países categorizados de acuerdo a su respeto por la autonomía de los
medios; evaluando la estructura del sistema de difusión de noticias que
funciona bajo las leyes del país, la influencia sobre los contenidos de los
medios impresos y audiovisuales, el grado de influencia política sobre el
contenido de los medios noticiosos y las influencias económicas sobre los
contenidos de éstos. E incluye presiones por parte de fondos estatales,
corrupción, publicidad gubernamental como punto de presión o prejuicios en el
otorgamiento de licencias, cuotas de impresión u otras necesidades materiales
de los medios.
Además, el índice mide tres aspectos de la libertad de
prensa: el entorno legal, el entorno político y el entorno económico, siendo el aspecto
político el que mayor peso tiene con un 40%, mientras los otros dos reciben un
tercio cada uno.
De esta forma establece
en qué grado se puede disfrutar del pleno ejercicio de la libertad de prensa,
utilizando la escala de 0 a
100, donde el grado en el que cada país permite el flujo libre de información
determina la clasificación de sus medios con Libre (L de 0 a 30), Parcialmente Libre ( PL de 31 a 60) y No Libre ( NL de 61 a 100).
En general, de los 196 países calificados por Freedom
House, 68 cuentan con prensa libre, 65 tienen una libertad de prensa
parcial y 63 no la tienen.
Para el caso de Latinoamérica, el informe en base al
cuadro que figura aquí; afirma que [14]existe un aumento de las dificultades
provocadas por los gobiernos y con ello un retroceso de la libertad de prensa,
lo que se ha producido en un tiempo relativamente corto, después de una etapa
prometedora de cambios en una senda democrática. Observando, que se ha producido un deterioro generalizado de la
institucionalidad que se supone debería, por el contrario, establecer
condiciones óptimas para el desarrollo de la libertad de prensa como un reflejo
claro de la libertad de expresión.
También observamos que el 2002 con siete países considerados “Libres” según sus resultados, ha sido el
mejor año de Latinoamérica. Debido sobre todo, a los esfuerzos realizados por
modificar la institucionalidad y crear un mejor escenario para la prensa. Sin
embargo el informe concluye que todos estos esfuerzos parecieron en vano ya que
de siete países libres en 2002, solo cuatro continuaron siéndolo al año 2003. Ello
es por efecto de la crisis económica regional que derivó en fuertes presiones
económicas, junto con la continuación del acoso legal por la intolerancia de
los gobiernos de aceptar críticas de los medios de comunicación independientes.
En el siguiente [15]cuadro
observamos una comparación internacional, eligiendo 15 países en el marco de
los datos obtenidos por el índice de liberta de prensa de Freedom House.
Notablemente Cuba se
mantiene dentro de los cuatro peor evaluados del mundo, con 87 puntos, donde
solo un 2% de la población de ese país tiene acceso a internet.
Cuba está aislada del mundo y sus ciudadanos, quienes
están inhabilitados para acceder a medios de comunicación independientes y
diversificados, no cuentan con la liberta de prensa como herramienta fiscalizadora,
que en otras partes del mundo obliga a la rendición de cuentas de los
gobernantes y funcionarios públicos. Por otro lado, la carencia de comunicación
y difusión de ideas a nivel nacional hacen imposible agrupaciones de crítica y
descontento hacia el gobierno, ya que está sistemáticamente limitado a
cualquier tipo de oposición.
Para concluir mí práctico tomaré las bases de la idea de
establecer renovadas coordenadas, desde los nuevos postulados que demanda y
exige una economía global en base a una nueva gobernanza que surge impulsada
por un amplio grupo de prestigiosos y reconocidos economistas internacionales,
según plantea Ramón Casilda. Para ello tomaré las conclusiones de [16]La Agenda del Desarrollo de
Barcelona (ADB) con motivo de la celebración del Forum Universal de las
Culturas en Barcelona y a modo de cierre de los debates mantenidos dentro de
los actos del Forum al celebrarse el encuentro “Del Consenso de Washington a
una nueva gobernanza global” en 2004.
Destacando como favorable que ha
habido avances en relación a los derechos humanos, el asentamiento de la
democracia y el cumplimiento del imperio de la ley en la mayoría de los países.
Además ha habido una aceleración del crecimiento en los distintos países,
incluidos India y China, que tiene el potencial de sacar a millones de personas
de la pobreza. Y; una mayor convicción sobre la importancia de la estabilidad
macroeconómica, que ha permitido cierta reducción de la inflación en América
Latina.
Mientras que, lo negativo ha sido
la recurrencia y severidad de las crisis financieras sistémicas que han
afectado a países en desarrollo, incluso a aquellos que habían llevado a cabo
políticas de ajuste y estabilización según las sugerencias de organismos
internacionales. Además; se obtuvieron mediocres resultados de las reformas
diseñadas para alcanzar un crecimiento económico sostenible en muchas regiones
del mundo; con persistencia, y a menudo empeoramiento, de una distribución de
la riqueza y de la renta altamente desigual en muchos países en desarrollo.
Con estas conclusiones surgió un
amplio acuerdo específicamente sobre siete temas:
1)
La base de las estrategias de desarrollo con mayor
éxito están dadas por; la calidad institucional (por ejemplo el respeto al
imperio de la ley y los derechos de propiedad, privados y colectivos); una
economía de mercado que mantenga un equilibrio entre mercado y Estado y; la
atención a la distribución de la renta. Al respecto, animar a las naciones en
desarrollo a copiar mecánicamente las instituciones de los países ricos, no
garantiza obtener resultados positivos.
2)
En base a la experiencia se entiende que los obstáculos
al desarrollo son; un endeudamiento elevado (público o privado), un sistema
bancario escasamente regulado y una política monetaria laxa. Al respecto, los
países en desarrollo deberían crear instituciones para hacer posibles estas
políticas y las instituciones financieras internacionales a su vez, deberían
alentar este tipo de políticas.
3)
No existe una única política económica que pueda
garantizar un crecimiento sostenido. Las naciones que han conseguido llevar a
cabo esta importante tarea han hecho frente a distintos tipos de obstáculos y
han adoptado diferentes políticas. Al respecto; los países deberían tener la
libertad de diseñar políticas adaptadas a sus circunstancias específicas, y las
organizaciones financieras internacionales, así como las agencias de ayuda al
desarrollo, deberían alentar esta posibilidad.
4)
Se tiene el convencimiento de que todas las
negociaciones comerciales multilaterales tienen como objetivo perseguir el
desarrollo económico; sin embargo, el proteccionismo agrícola y textil en los
países desarrollados es un obstáculo para los países en desarrollo, a la vez
que algunos de los países en desarrollo podrían estar limitando su potencial a
través de políticas comerciales inapropiadas. Al respecto desde la “Ronda de
Doha” se buscan más oportunidades de crecimiento mundial y más espacio, para
que los países en desarrollo pongan en marcha sus propias estrategias de
crecimiento.
5)
Si los acuerdos financieros internacionales no están
funcionando del todo bien porque los países pobres continúan alejados de los
flujos financieros privados y los niveles de ayuda oficial siguen siendo insuficientes,
se puede deber a que los países en desarrollo están infra-representados en el
proceso de toma de decisiones de las instituciones financieras multilaterales.
Al respecto, la reforma de las instituciones financieras internacionales
debería ser una prioridad, tanto para los países ricos como para los pobres.
Se necesita un conjunto de reglas e instituciones internacionales, que
guíe el movimiento transfronterizo de población, incluyendo a los trabajadores
temporales y de servicios, y que promuevan el uso de las remesas de los 1)
emigrantes como una fuente de financiación adicional.
Al respecto, la mejora de los derechos de los emigrantes, facilitaría su
integración en el mercado laboral y limitará su explotación.
2)
Finalmente y, en relación al empeoramiento del medio
ambiente y sus externalidades negativas; necesitan ser abordado con políticas
de desarrollo sostenibles a nivel global y nacional. Y aquí; tanto los países
ricos como los pobres, tienen un gran trabajo por delante.
Autora: Jaquelin Parada
[1] Módulo III de Cátedra
Relaciones Internacionales II. Lectura Complementaria “Área de libre comercio de las Américas (ALCA):
oportunidades y perspectivas” de María Elsa Coronel y Adriana Molina. Pagina N°
224.
[4] Módulo I de Cátedra Relaciones Internacionales II Pagina N° 261
[7] Lectura Complementaria N°12 “América latina: del consenso de Washington a la agenda del desarrollo de Barcelona” de Ramón Casilda Ramón Casilda. Pagina N° 13
[8] Lectura Complementaria N°12 “América latina: del consenso de Washington a la agenda del desarrollo de Barcelona” de Ramón Casilda Ramón Casilda. Pagina N° 11.
[9] Lectura Complementaria N°12 “América latina: del consenso de Washington a la agenda del desarrollo de Barcelona” de Ramón Casilda Ramón Casilda. Pagina N° 14.
[10] Informe sobre Desarrollo Humano 2013 publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Pagina N°13 del archivo en formato PDF
[11] Informe sobre Desarrollo Humano 2013 publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Pagina N°24 del archivo en formato PDF
[12] Informe sobre Desarrollo Humano 2013 publicado por el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Pagina N°25 del
archivo en formato PDF
[13] Situación de la Libertad de Expresión en
Latinoamérica Claudia Hernández R. Fernanda Muñoz M.
[14] Situación de la Libertad de Expresión en Latinoamérica Claudia Hernández R. Fernanda Muñoz M. Pagina N°14 del archivo PDF
[15] Situación de la Libertad de Expresión en Latinoamérica Claudia Hernández R. Fernanda Muñoz M. Pagina N°24 del archivo PDF
[16] Lectura Complementaria N°12 “América latina: del consenso de Washington a la agenda del desarrollo de Barcelona” de Ramón Casilda Ramón Casilda. Pagina N° 19.
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