Economía mundial


[1]La finalización de la Segunda Guerra Mundial dio lugar;  en el marco de la economía global; al inicio de un nuevo período caracterizado por dos fenómenos:

Uno de ellos es la mundialización; como una nueva realidad surgida de la proyección a escala mundial de las actividades productivas de bienes y servicios, la conformación de un mercado global único, la creación de acuerdos regionales de integración y una amplia libertad de movimiento de los flujos de capital, tanto financieros como productivos, entre otros.
Mientras que en segundo termino hablamos de regionalización, donde se prioriza la racionalidad económica en el sistema internacional.

Un nuevo periodo en el que algunos Estados (con sus elementos constitutivos, tales como población y territorio) y sectores económicos, están siendo más beneficiados que otros.
En éste contexto, por ejemplo;  la acusación de India a los países ricos en cuanto a la negociación  de la cuestión de los subsidios, fue mediante la utilización de la frase [2]“desde una espada y un escudo”. Frase que bien puede aplicarse al reclamo de algunos grupos económicos como es el caso del G-22, quienes solicitan a la UE (Unión Europea) y EEUU que desmantelen sus sistemas de subsidios.
Ahora bien, la discusión en torno a los “subsidios” es de larga data y muchas veces omitida en la lista de temas en reuniones de políticos, diplomáticos, economistas e interesados, para hablar de economía a nivel mundial. Un lugar propicio para el debate es la OMC (Organización Mundial de Comercio), creada en 1995 que pretende ser un foro de debate y que agrupa a más de 50 países, con diferentes niveles de desarrollo.
Y, en la [3]Rueda de Doha (con proyección de encuentros entre 2001-2004),  los países desarrollados en 2001 solicitaron trato equitativo en materia comercial, y más atención a los problemas de sub desarrollo. Mientras que en relación al proteccionismo, representantes comerciales de EEUU enviaron una carta en 2004 al resto de los miembros de la OMC, proponiendo la eliminación de todos los subsidios a las exportaciones agrícolas, y la reducción de los aranceles sobre la importación de bienes y alimentos.
Sin embargo estos gestos, parecen tener poco efecto en la realidad, al menos mientras EEUU mantenga relaciones bilaterales con America Latina, en vez de accionar desde la visión regionalista, como por ejemplo bien puede vincularse con el Bloque del MERCOSUR.
Entre las voces críticas a la forma del abordaje de estos temas, encontramos a una [4]investigadora argentina de FLACSO Diana Tussie, quien afirma que las trabas a las negociaciones comerciales en realidad no pasan por lo agrícola, sino por la capacidad o incapacidad de negociar de la gran cantidad de países que en vías de desarrollo, ingresaron a la OMC. Entonces se plantea el tema agrícola como una suerte de cortina de humo que tapa el real problema; que sería el desacuerdo entre países sub desarrollados, y dentro de cada uno de sus gobiernos, los problemas que tiene entre: gobierno-empresas exportadoras, dice Tussie.
Podemos notar que la economía mundial o global, se desarrolla dentro de una globalización desigual. Al respecto, me quiero detener en algunos conceptos;  antes de avanzar con la idea de” globalización  responsable”.
Según el FMI (Fondo Monetario Internacional) la [5]globalización es un proceso histórico como resultado de la innovación humana y el progreso tecnológico. Refiere a la creciente integración de las economías de todo el mundo, mediante el comercio y flujos financieros. Proceso que significa la perceptible perdida de fronteras del quehacer cotidiano en distintas dimensiones de la economía, información, ecología, técnica, conflictos transculturales y sociedad civil.
Si tenemos en cuenta algunos cambios que han sido significativos luego de la caída del Muro de Berlín, como son la crisis del principio ordenador de las relaciones interestatales que involucra a la soberanía del estado; la crisis del patrón básico de comportamiento en el sistema, que involucra a búsqueda de autonomía en un mundo caracterizado por las rivalidades interestatales. Y finalmente, ante el creciente cuestionamiento de las reglas en las que se basó hasta esos años el orden internacional westfaliano, encontramos las consecuencias manifiestas en el equilibrio de poder, la acción de los poderes en sus áreas de influencia o, la guerra.
Ahora bien, según [6]Manuel Castells si la base de la globalización es el libre comercio; que incrementa la competitividad y la productividad de todos los países que abran sus economías  encaminadas en la senda de la prosperidad compartida, la realidad es que los datos dicen que las cosas no son tan claras.

La Reunión de Fellows  integrada por científicos, académicos, intelectuales, escritores, artistas y lideres sociales, entre otros; plantearon una “globalización  responsable”, desde el consenso, pero a su vez afirmando que éste proceso se está desarrollando de forma irresponsable.
Sin embargo, cuando se quiso encontrar formulas para hace frente a los problemas originados por la globalización, el consenso en muchos temas se detiene.
Según Castells en la opinión dominante y en el deseo de querer controlar éste fenómeno, se plantea el hecho de no poder hacerlo sin hacer quebrar el Mercado, resucitando la excesiva intervención gubernamental, lo que espantaría a los inversores. Con todo ello y ante la idea mayoritaria de avanzar hacia “una nueva arquitectura de regulación internacional” hay también una oposición que plantea en qué podría consistir esta regulación. Son el caso de EEUU, el FMI, gigantes empresas financieras y los Mercados Bursátiles, sumado al desacuerdo existente entre gobiernos.
Parece que los países más avanzados pueden seguir viviendo, creciendo y disfrutando del mundo tal y como es, más allá del lado oscuro de la globalización que enfoca al drama humano.
Castells afirma que si aceptamos que estamos en una tormenta de transición a un nuevo orden económico internacional caracterizado por el desorden como forma de vida, se confía en que el dinamismo del sistema tecnoeconómico que hemos creado supere por si mismo las actuales contradicciones, y cuando existan crisis sociales, económicas o políticas, habrá que tratarlas con formulas especificas para cada una.
Entonces el debate no es sobre comercio internacional o sobre nuevas tecnologías sino; en cómo se hace la transición a la era de la información y la economía global; en función de qué valores y bajo qué mecanismos democráticos de información, representación y decisión política.

Si mencionamos una nueva arquitectura de regulación internacional, una transición a la era de la información y la economía global, si hablamos de valores y mecanismo democráticos y sobre todo si intentamos en éste breve práctico para la cátedra analizar algunos de los efectos del impacto que ha producido y sigue haciéndolo éste fenómeno globalizantes, inevitablemente tenemos que soslayar al menos algunos puntos relevantes de los lineamientos del Mercado Liberal pos guerra fría.
Para eso me parece importante traer al texto una frase textual de [7]James Wolfensohn presidente del BM (Banco Mundial) dicha durante la Cumbre de las Américas en Santiago de Chile en 1998, a los efectos de desasnar el camino de lo que fue el Consenso de Washington (CW). “Juzgar a los países por indicadores económicos sin medir los sociales que es donde se define el éxito o fracaso”, dijo James.

Uno de los idearios del CW, fue Johon Williamson, quien convocó a de 10 países latinoamericanos y a la organización internacional a una conferencia a inicios de la década de los 90´; bajo la permisa de 10 puntos de reforma. El objetivo era “orientar a los gobiernos de éstos países en desarrollo”, y valorar los avances en materia económica, donde los países pedirán ayuda.
Los 10 puntos del CW:
1)      Disciplina presupuestaria; como elemento esencial en los programas negociados por el FMI con los países miembros que desean obtener préstamos. (Punto íntimamente  relacionada con la disciplina fiscal).
2)      Cambios en las prioridades del gasto público; (no sobre el aumento de la recaudación tributaria) se trató de desviar el gasto improductivo de los subsidios hacia áreas como la sanidad, la educación o las infraestructuras, para combatir la pobreza en beneficio de los menos favorecidos.
3)      La reforma fiscal; el método más adecuado para incrementar la recaudación tributaria hasta un nivel mínimo necesario, consistía en instaurar una base imponible íntegra y amplia, a la vez que se mantenían unos tipos impositivos marginales moderados.
4)      Los tipos de interés; debían seguir dos principios: uno de ellos ser determinados por el mercado para evitar una asignación inadecuada de los recursos, y el otro; deberían ser positivos en términos reales para desincentivar las evasiones de capital e incrementar el ahorro.
5)      El tipo de cambio; determinados por las fuerzas del mercado y que fuera competitivo, como elemento esencial de una política económica “orientada hacia el exterior”, donde la restricción de la balanza de pagos se supera básicamente por el crecimiento de las exportaciones más que por la sustitución de las importaciones.
6)      Liberalización comercial (la liberalización de las importaciones); donde lo ideal era una situación en la que el coste en recursos nacionales para generar o ahorrar una unidad de divisa fuera igual entre industrias de exportación e importación en competencia.
7)      Política de apertura para la inversión extranjera directa; dicha inversión podía aportar capital, tecnología y experiencia mediante la producción de bienes necesarios en el mercado nacional o contribuyendo a nuevas exportaciones. Además, podía promoverse mediante canjes de obligaciones por acciones, lo cual permitiría reducir la deuda externa.
Política de privatizaciones; porque podría ayudar a la reducción de la presión en el presupuesto del gobierno, tanto a corto plazo gracias a los ingresos derivados de la venta de la empresa, como a largo plazo, puesto que el gobierno ya no tiene 1)      que financiar la inversión necesaria. Basándose en que la industria privada está gestionada más eficientemente que las empresas estatales.
2)      Política desreguladora; como un modo de fomentar la competencia en América Latina, con las economías de mercado más reguladas del mundo, principalmente gestionadas por administradores mal pagados y fácilmente corruptibles. Dichos mecanismos de regulación se basaban en controlar los establecimientos de las nuevas compañías y de las inversiones, restringir la entrada de inversiones extranjeras y los flujos de transferencia de beneficios, controlar los precios, implantar barreras a la importación, asignar créditos de modo discriminatorio, instaurar elevados niveles de impuestos sobre la renta de las empresas, etc.
3)      Derechos de propiedad; de importancia fundamental para el funcionamiento satisfactorio de una economía de mercado; y hasta el momento en América Latina dichos derechos eran muy inseguros.

Aunque el CW tuvo algunos efectos positivos, fueron mayores los negativos. A fines de los 90´ encontramos una población desanimada o fatiga ante las reformas, desde el sentimiento que su economía no marchaba bien y ante la realidad observable del aumento de la pobreza,  inequidad e inestabilidad económica, con sucesivas conmociones sociales.
Al respecto, Casilda dice que [8]la legitimidad política y social de cualquier estrategia que se quiera económicamente implementar, dependerá de que abren los canales de participación y esto; es un problema para el autor desde dos perspectivas; una de ellas política: porque la participación de estos sectores en el desarrollo social y el proceso productivo es requisito para formar ciudadanos responsables y comprometidos con el sistema político estable. Por otro lado es un problema económico; porque no se conoce ningún país que haya logrado ser competitivo internacionalmente con el 40% de su población por debajo d el aliena de pobreza.

Con todo ello comenzaron a gestarse una serie de críticas y observaciones de los efectos reformistas, permitiendo el surgimiento de una [9]segunda generación de reformas, dirigida a los aspectos positivos de la actuación del Estado; desde la necesidad de una nueva complementación con nuevos elementos para alcanzar un conocimiento más detallado sobre el marco institucional y las condiciones previas para evitar fallas en procesos de privatización y reducción de riesgos de crisis en un contexto de mayor movilidad de capitales y Mercados financieros liberalizados.
El eje sería el fortalecimiento institucional desde las reglas del proceso presupuestario y fortalecimiento de bancos centrales autónomo, apuntando a la adopción de políticas sociales. Esto, plantea un desafío para los gobierno, ya que anteriormente solo requerían de su voluntad, pero ahora; las medidas son mas complejas porque se basan en el establecimiento de un sistema de supervisión efectiva a largo plazo y en un fortalecimiento de la administración publica con el fin de desarrollar un servicio civil de carrera, vinculando a actores públicos y privados.

Con estas perspectivas, en la Cumbre de la ONU sobre financiación del desarrollo, conocido como el Consenso de Monterrey; que implícitamente reconoce el rol del Estado, a diferencia del CW con su visión liberal, de minimización del Estado y de no menciona el funcionamiento económico desde la económica global, sino que el CW se basó en el papel relativo de los esfuerzos nacionales. Pero Monterrey se concretó luego de una amplia participación de diversos sectores de la sociedad civil, el sector privado y los parlamentarios, bajo un espíritu de búsqueda de acuerdos y no de confrontación, marcando el retorno de los temas económicos al seno de la ONU.
Algunos de estos temas fueron; el compromiso de los países industrializados en materia de asistencia oficial para el desarrollo (AOD) y la reafirmación del papel de los bancos multilaterales de desarrollo donde además de apoyar a países pobres, deberían atenuar las repercusiones de la inestabilidad de los Mercados financieros.
Ésta es la agenda que pretende ser la base de la nueva arquitectura económica internacional, desde la firme coordinación de políticas macroeconómicas de los países industrializados, con acciones regulatorias en países de origen de los capitales; con extensión progresiva y voluntaria de códigos y estándares internacionales; con medidas macroeconómicas preventivas; de necesidad de perfeccionar el funcionamiento de emergencia del FMI, etc.

Podemos notar entonces, que el crecimiento económico por si solo no se traduce en el progreso del desarrollo humano en cuanto a su calidad de vida dentro de la sociedad, sino no existirían las tan ansiadas metas de erradicar la pobreza o equiparar los niveles de desigualdad. Sino que ante el avance de la económica mundial y solo tomando algunos índices del PBI de algunos países, podemos decir que su población no siempre vive en condiciones óptimas, lo que no implica que altos niveles de PBI sean proporcionales en términos equidad política o social.
Son muchos los aspectos para evaluar el bienestar  e incluso lo vinculado a la equidad que también enmarca a la libertad de las personas. Pero más allá de ello; y con el objetivo de una mejor formulación de políticas públicas, se debería tener presente  un diálogo constante con la población.
Al respecto existe un Informe sobre Desarrollo Humano 2013 publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que nos otorga interesantes datos estadísticos en el marco de una Economía mundial como la que estamos viviendo.
Dicho informe mide el Índice de Desarrollo Humano (IDH) compuesto de indicadores con tres dimensiones: longevidad, logros en educación y control sobre los recursos necesarios para un nivel de vida digno. Han observado mejoras notorias de todos los componentes del IDH en todos los grupos y regiones, con un mayor progreso en los países con un IDH bajo y medio. Sobre esta base, el PNUD [10]considera que el mundo es cada vez más equitativo. Sin embargo, los promedios nacionales ocultan grandes diferencias en cuanto a experiencias humanas, ya que aun persisten fuertes disparidades en los países, tanto del Norte como del Sur, y a su vez se han generado desigualdades en los ingresos no solo dentro de ellos, sino también entre los propios países. La situación reinante en 2013 puede percibirse como un relato sobre dos mundos diferentes: un Sur renaciente, especialmente notable en China e India, donde hay un gran progreso en desarrollo humano, el crecimiento parece mantenerse sólido y las perspectivas de reducción de la pobreza son alentadoras; y un Norte en crisis, donde las políticas de austeridad y la ausencia de crecimiento económico dificultan la situación de millones de personas desempleadas y de personas privadas de beneficios, a medida que los pactos sociales son sometidos a una intensa presión. También hay problemas más profundos, compartidos por el Norte y el Sur: una creciente desigualdad en muchos países, tanto desarrollados como en desarrollo, que amenaza la recuperación mundial y la sostenibilidad del progreso futuro, y limita la reducción de la pobreza; además de graves cuestiones ambientales.
El informe plantea su vez, que tanto el Norte como el Sur, precisan uno de otro, y además observa que en los últimos años ha habido una reorientación de la producción mundial, ahora con mayor destino al comercio internacional (CI) que en 2011, cuando representaba cerca del 60% de la producción global.
En cuanto a los países en desarrollo el mismo informe menciona que entre 1980 y 2010 dicha participación en el comercio internacional de mercancías aumentó del 25% al 47%, mientras que su participación en la producción mundial pasó del 33% al 45%; pero las regiones en desarrollo también han estrechado vínculos entre sí. Por ejemplo, entre 1980 y 2011 el comercio entre países del Sur aumentó de menos del 8% del comercio internacional de mercancías a más del 26%.
Sin embargo según el  PNUD; Estados Unidos sigue siendo la mayor economía del mundo en términos monetarios y seguirá siéndolo en el futuro cercano.
Ahora bien; si los desafíos mundiales, como el cambio climático y los ecosistemas estresados, exigen de los países una cooperación incluso mayor, hay que entender que muchas de las instituciones y los principios actuales de gobernanza internacional fueron pensadas para un mundo diferente del actual. Por eso el Sur está subestimado, y para sobrevivir, las instituciones internacionales deberían ser más representativas, transparentes y responsables.  Y; al respecto la mayoría de los países de éste Sur renaciente han comenzado a implementar tres notables impulsores del desarrollo:

1) Un Estado desarrollista proactivo: un Estado responsable, que desarrolla políticas tanto para el sector público como el privado, desde el liderazgo y una visión a largo plazo; con normas y valores compartidos, y en reglas e instituciones que promuevan la confianza y la cohesión. Un aspecto clave del crecimiento en el que se fomenta el desarrollo humano es lograr un notable aumento de los puestos de trabajo de calidad. Pero en sociedades grandes y complejas, el resultado de cualquier política en particular es inevitablemente incierto; por ello es que los Estados desarrollistas, deben ser pragmáticos y probar una diversidad de enfoques.
2) Aprovechamiento de los mercados mundiales: Todos los países en vías de industrialización han seguido la estrategia de “importar lo que el resto del mundo conoce y exportar lo que desea”. Pero con estos mercados, las condiciones de contratación resultan aún más importantes, porque sin la inversión en las personas, los ingresos provenientes de los mercados mundiales tienden a ser limitados. Es más probable alcanzar el éxito no a través de una apertura repentina, sino de una integración gradual y secuenciada con la economía mundial, acorde a las circunstancias nacionales, y acompañada por inversiones en la ciudadanía, en diferentes instituciones y en infraestructura.
3) Y una fuerte innovación en políticas sociales: Se trata de generar círculos virtuosos en los que el crecimiento y las políticas sociales se refuercen uno a otro. Por ejemplo promover la igualdad, especialmente entre diferentes grupos religiosos, étnicos o raciales, también contribuye a minimizar el conflicto social. Mientras que contar con educación, atención de la salud, protección social, empoderamiento legal y organización social permite que las personas pobres participen en el crecimiento.

La transformación lograda por el Sur durante el siglo XXI se ha caracterizado por importantes avances en salud pública, educación, transporte, telecomunicaciones y participación cívica en la governanza nacional. Las consecuencias del desarrollhumano son profundas: la proporción de personas que viven en situación de extrema pobreza se redujo del 43,1% en 1990 al 22,4% en 2008; en China solamente, más de 500 millones de personas han salido de la pobreza.
En el siguiente [11]cuadro y según el informe; los países que se encuentran por encima de la línea de 45 grados tenían un IDH superior en 2012 al de 1990. Los marcadores grises y azules, indican los países con mejoras en el IDH entre 1990 y 2012 significativamente superiores a las previstas; dado su IDH en 1990. 
Se proyecta que Brasil, China e India combinados representarán el 40% de la producción mundial para 2050 (en 1950 representaban el 10%). En el siguiente [12]cuadro la producción se mide según la paridad del poder adquisitivo en dólares de 1990.

Ahora bien; si uno de las tres dimensiones del IDH es la educación y; según Castells en su planteo sobre la “nueva arquitectura de regulación internacional” como parte de la adhesión mayoritaria intelectual e internacional; y entendiendo que el fortalecimiento de las instituciones y la conciencia ciudadana son parte de los desafíos; deberíamos contemplar además dentro de muchas otras variables, a la libertad de expresión. Sabiendo que si éste derecho se restringe, también se cercenarían las posibilidades de fiscalización ciudadana dando lugar a abusos por parte de las autoridades y de la propia sociedad civil.
En cuanto a este tema, existen una [13]serie de informes sobre “Sociedad y Política” de dos cientistas políticos chilenos; Claudia Hernández R. Fernanda Muñoz, quienes se basan sobre tres atributos que para ellos, constituyen una “condición de entorno básico” para la democracia formal. Los mismos afectan directamente el comportamiento de los indicadores de la democracia real, mencionando; 
  • la eficiencia política y calidad institucional;
  • el ejercicio de poder efectivo para gobernar (por parte de los gobernantes electos) y;
  • el respeto a las libertades civiles y los derechos políticos.
Es por ello que han elaborado dicho informe para percibir el incremento en los últimos años del número y magnitud, de los ataques a medios de comunicación, periodistas y organizaciones de la sociedad civil en el ámbito de Latinoamérica. El objetivo es encontrar una relación entre, libertad de expresión y desarrollo y/o la evolución de las libertades democráticas en los últimos años.
De esta manera, ambos cientistas describen la evolución del derecho a la libertad de expresión, sobre la base del Índice de Libertad de Prensa de Freedom House que permite ver la evolución en la última década. Dicho índice de “Freedom of the Press” desarrollado por Freedom House, propone una lista mundial de países categorizados de acuerdo a su respeto por la autonomía de los medios; evaluando la estructura del sistema de difusión de noticias que funciona bajo las leyes del país, la influencia sobre los contenidos de los medios impresos y audiovisuales, el grado de influencia política sobre el contenido de los medios noticiosos y las influencias económicas sobre los contenidos de éstos. E incluye presiones por parte de fondos estatales, corrupción, publicidad gubernamental como punto de presión o prejuicios en el otorgamiento de licencias, cuotas de impresión u otras necesidades materiales de los medios.
Además, el índice mide tres aspectos de la libertad de prensa: el entorno legal, el entorno político y el entorno económico, siendo el aspecto político el que mayor peso tiene con un 40%, mientras los otros dos reciben un tercio cada uno.
De esta forma establece en qué grado se puede disfrutar del pleno ejercicio de la libertad de prensa, utilizando la escala de 0 a 100, donde el grado en el que cada país permite el flujo libre de información determina la clasificación de sus medios con Libre (L de 0 a 30), Parcialmente Libre ( PL de 31 a 60) y No Libre ( NL de 61 a 100).

En general, de los 196 países calificados por Freedom House, 68 cuentan con prensa libre, 65 tienen una libertad de prensa parcial y 63 no la tienen.
Para el caso de Latinoamérica, el informe en base al cuadro que figura aquí; afirma que [14]existe un aumento de las dificultades provocadas por los gobiernos y con ello un retroceso de la libertad de prensa, lo que se ha producido en un tiempo relativamente corto, después de una etapa prometedora de cambios en una senda democrática. Observando, que se ha producido un deterioro generalizado de la institucionalidad que se supone debería, por el contrario, establecer condiciones óptimas para el desarrollo de la libertad de prensa como un reflejo claro de la libertad de expresión.

En el gráfico se puede apreciar que aumentaron al doble la cantidad de países calificados como “No Libres” desde el año 2010 a 2011; a causa de que México y Honduras se han sumado al grupo que antes solo conformaban Cuba y Venezuela (y Colombia en un comienzo). Mientras Cuba y Venezuela tienen una calificación de 92 y 76 puntos, respectivamente, México obtiene 62 y Honduras 61, países que, a pesar de obtener resultados bastante menores, pasan a formar parte del grupo de países “No Libres”, lo que los posiciona en una zona alarmante y deteriora más aún su imagen a nivel internacional.
También observamos que el 2002 con siete países considerados “Libres” según sus resultados, ha sido el mejor año de Latinoamérica. Debido sobre todo, a los esfuerzos realizados por modificar la institucionalidad y crear un mejor escenario para la prensa. Sin embargo el informe concluye que todos estos esfuerzos parecieron en vano ya que de siete países libres en 2002, solo cuatro continuaron siéndolo al año 2003. Ello es por efecto de la crisis económica regional que derivó en fuertes presiones económicas, junto con la continuación del acoso legal por la intolerancia de los gobiernos de aceptar críticas de los medios de comunicación independientes.
En el siguiente [15]cuadro observamos una comparación internacional, eligiendo 15 países en el marco de los datos obtenidos por el índice de liberta de prensa de Freedom House.
Notablemente Cuba se mantiene dentro de los cuatro peor evaluados del mundo, con 87 puntos, donde solo un 2% de la población de ese país tiene acceso a internet.
Cuba está aislada del mundo y sus ciudadanos, quienes están inhabilitados para acceder a medios de comunicación independientes y diversificados, no cuentan con la liberta de prensa como herramienta fiscalizadora, que en otras partes del mundo obliga a la rendición de cuentas de los gobernantes y funcionarios públicos. Por otro lado, la carencia de comunicación y difusión de ideas a nivel nacional hacen imposible agrupaciones de crítica y descontento hacia el gobierno, ya que está sistemáticamente limitado a cualquier tipo de oposición.

Para concluir mí práctico tomaré las bases de la idea de establecer renovadas coordenadas, desde los nuevos postulados que demanda y exige una economía global en base a una nueva gobernanza que surge impulsada por un amplio grupo de prestigiosos y reconocidos economistas internacionales, según plantea Ramón Casilda. Para ello tomaré las conclusiones de [16]La Agenda del Desarrollo de Barcelona (ADB) con motivo de la celebración del Forum Universal de las Culturas en Barcelona y a modo de cierre de los debates mantenidos dentro de los actos del Forum al celebrarse el encuentro “Del Consenso de Washington a una nueva gobernanza global” en 2004.
La ADB discute los efectos producidos por las reformas económicas del CW, a modo de lección en la toma de decisiones económicas en el marco del actual comportamiento del sistema económico internacional, donde los países pobres y de renta media; están cada vez más integrados e interrelacionados en el contexto global.
Destacando como favorable que ha habido avances en relación a los derechos humanos, el asentamiento de la democracia y el cumplimiento del imperio de la ley en la mayoría de los países. Además ha habido una aceleración del crecimiento en los distintos países, incluidos India y China, que tiene el potencial de sacar a millones de personas de la pobreza. Y; una mayor convicción sobre la importancia de la estabilidad macroeconómica, que ha permitido cierta reducción de la inflación en América Latina.
Mientras que, lo negativo ha sido la recurrencia y severidad de las crisis financieras sistémicas que han afectado a países en desarrollo, incluso a aquellos que habían llevado a cabo políticas de ajuste y estabilización según las sugerencias de organismos internacionales. Además; se obtuvieron mediocres resultados de las reformas diseñadas para alcanzar un crecimiento económico sostenible en muchas regiones del mundo; con persistencia, y a menudo empeoramiento, de una distribución de la riqueza y de la renta altamente desigual en muchos países en desarrollo.
Con estas conclusiones surgió un amplio acuerdo específicamente sobre siete temas:
1)      La base de las estrategias de desarrollo con mayor éxito están dadas por; la calidad institucional (por ejemplo el respeto al imperio de la ley y los derechos de propiedad, privados y colectivos); una economía de mercado que mantenga un equilibrio entre mercado y Estado y; la atención a la distribución de la renta. Al respecto, animar a las naciones en desarrollo a copiar mecánicamente las instituciones de los países ricos, no garantiza obtener resultados positivos.
2)      En base a la experiencia se entiende que los obstáculos al desarrollo son; un endeudamiento elevado (público o privado), un sistema bancario escasamente regulado y una política monetaria laxa. Al respecto, los países en desarrollo deberían crear instituciones para hacer posibles estas políticas y las instituciones financieras internacionales a su vez, deberían alentar este tipo de políticas.
3)      No existe una única política económica que pueda garantizar un crecimiento sostenido. Las naciones que han conseguido llevar a cabo esta importante tarea han hecho frente a distintos tipos de obstáculos y han adoptado diferentes políticas. Al respecto; los países deberían tener la libertad de diseñar políticas adaptadas a sus circunstancias específicas, y las organizaciones financieras internacionales, así como las agencias de ayuda al desarrollo, deberían alentar esta posibilidad.
4)      Se tiene el convencimiento de que todas las negociaciones comerciales multilaterales tienen como objetivo perseguir el desarrollo económico; sin embargo, el proteccionismo agrícola y textil en los países desarrollados es un obstáculo para los países en desarrollo, a la vez que algunos de los países en desarrollo podrían estar limitando su potencial a través de políticas comerciales inapropiadas. Al respecto desde la “Ronda de Doha” se buscan más oportunidades de crecimiento mundial y más espacio, para que los países en desarrollo pongan en marcha sus propias estrategias de crecimiento.
5)      Si los acuerdos financieros internacionales no están funcionando del todo bien porque los países pobres continúan alejados de los flujos financieros privados y los niveles de ayuda oficial siguen siendo insuficientes, se puede deber a que los países en desarrollo están infra-representados en el proceso de toma de decisiones de las instituciones financieras multilaterales. Al respecto, la reforma de las instituciones financieras internacionales debería ser una prioridad, tanto para los países ricos como para los pobres.
Se necesita un conjunto de reglas e instituciones internacionales, que guíe el movimiento transfronterizo de población, incluyendo a los trabajadores temporales y de servicios, y que promuevan el uso de las remesas de los  1)      emigrantes como una fuente de financiación adicional. Al respecto, la mejora de los derechos de los emigrantes, facilitaría su integración en el mercado laboral y limitará su explotación.
2)      Finalmente y, en relación al empeoramiento del medio ambiente y sus externalidades negativas; necesitan ser abordado con políticas de desarrollo sostenibles a nivel global y nacional. Y aquí; tanto los países ricos como los pobres, tienen un gran trabajo por delante.


Autora: Jaquelin Parada

[1] Módulo III de Cátedra  Relaciones Internacionales II. Lectura Complementaria “Área de libre comercio de las Américas (ALCA): oportunidades y perspectivas” de María Elsa Coronel y Adriana Molina. Pagina N° 224.
[2]Módulo I de Cátedra  Relaciones Internacionales II Pagina N° 274.
[3] Módulo I de Cátedra  Relaciones Internacionales II Pagina N° 261.
[4] Módulo I de Cátedra  Relaciones Internacionales II Pagina N° 261
[5] Módulo I de Cátedra  Relaciones Internacionales II Pagina N° 21.
[6] Módulo I de Cátedra  Relaciones Internacionales II Pagina N° 57.
[7] Lectura Complementaria N°12  “América latina: del consenso de Washington a la agenda del desarrollo de Barcelona” de Ramón Casilda   Ramón Casilda. Pagina N° 13
[8] Lectura Complementaria N°12  “América latina: del consenso de Washington a la agenda del desarrollo de Barcelona” de Ramón Casilda   Ramón Casilda. Pagina N° 11.
[9] Lectura Complementaria N°12  “América latina: del consenso de Washington a la agenda del desarrollo de Barcelona” de Ramón Casilda   Ramón Casilda. Pagina N° 14.
[10] Informe sobre Desarrollo Humano 2013 publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Pagina N°13 del archivo en formato PDF
[11] Informe sobre Desarrollo Humano 2013 publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Pagina N°24 del archivo en formato PDF
[12] Informe sobre Desarrollo Humano 2013 publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Pagina N°25 del archivo en formato PDF
[13] Situación de la Libertad de Expresión en Latinoamérica Claudia Hernández R. Fernanda Muñoz M.
 [14] Situación de la Libertad de Expresión en Latinoamérica Claudia Hernández R. Fernanda Muñoz M. Pagina N°14 del archivo PDF
[15] Situación de la Libertad de Expresión en Latinoamérica Claudia Hernández R. Fernanda Muñoz M. Pagina N°24 del archivo PDF

 [16] Lectura Complementaria N°12  “América latina: del consenso de Washington a la agenda del desarrollo de Barcelona” de Ramón Casilda   Ramón Casilda. Pagina N° 19.

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