“Estado fallido desde la mirada occidental”.
Las
relaciones internacionales se han reconfigurado luego del fin de la Guerra Fría ; y entre uno de los
fenómenos que mayor impacto han provocado al orden internacional ha sido la
inmigración.
La Revisión de la Postura Nuclear que tiene occidente, donde EEUU
es el representante central de la
ONU ,[11]
exige el desarrollo de planes de contingencia y de armas nucleares más
adecuadas para atacar objetivos en un listado de siete países: Irak, Irán, Corea
del Norte, Siria, Libia, China y Rusia.
Un
ejemplo de ello fue la inmigración musulmana a Europa y EEUU, al respecto se
han planteando tesis muy controvertidas, entre ellas la expuesta por [1]Sartori Grovanns quien afirma en su obra denominada
La sociedad multiétnica, “que los inmigrantes de otras culturas que no estén
dispuestos a integrarse a la sociedad que los recibe, no deben acceder
fácilmente a los derechos de ciudadanía”.
Indudablemente
se puede escribir mucho en cuanto a las causas de ésas inmigraciones, pero lo
cierto es que seguramente las personas que deciden irse de su país de origen,
tienen como parte de su decisión la falta de seguridad y libertades básicas que
el propio Estado debió otorgarles.
A
estos Estados con éstas ausencias en sus políticas internas o domesticas se los
denomina “Estados Fallidos”, y aunque de
alguna u otra manera siguen siendo Estado por el reconocimiento de tal categoría
que tienen en la vida internacional por parte del resto de sus pares, esto no
implica que empíricamente existan como tal.
[2]Mervyn Frost menciona a los Estados autónomos donde
los ciudadanos experimentan el bienestar del Estado como fundamento para su
propio bienestar, y hace hincapié en el Estado Soberano como los que convierten
la independencia política en libertad individual. Agregando a los Estados
Fallidos como los que no están bien
formados en relación a su estabilidad, ya que sus gobierno son capaces incluso
de promover condiciones internas adversa que fomenten la barbarie.
Si
tomamos por un momento el concepto soberanía como una de las características
del Estado, es debido decir que la misma no es un acuerdo político ni tampoco
es garantía de bienestar, sino que surge en [3]el
marco de la independencia en el que se lucha por una vida digna que pueda
realizar con esperanzas.
Y
el debate internacional se torna interesante, cuando se involucra el concepto
de soberanía con la realidad de los Estados Fallidos y a su vez con el dilema
de la seguridad internacional en el marco del conflicto entre distintas
civilizaciones como son la
Occidental y el Islam. Porque un Estado Fallido puede
provocar algún efecto en los intentos por mantener el Orden Internacional por
ejemplo la inmigración que produce incremento demográfico en el país receptor.
Para
Hobbes la estabilidad soberana era, un acuerdo político necesario para proteger
la paz social, y no servia de nada tener Estados que no pueden tener
civilización interna que garanticen cierto grado de bienestar.
Actualmente
la ONU los mira
como un desafío, pero tiene data en cuanto a su accionar en relación a ellos, y
de hecho también la Sociedad
de Naciones previo a la ONU ,
ha actuado al respecto.
Puede
decirse que un Estado Fallido es el que no está en condiciones de
autogobernarse, y para tal caso podemos citar a los países nuevos de la
descolonización después de la II
guerra Mundial e incluso a los que hoy poseen conflictos internos de distinto y
cuestionable origen, que aunque independiente y soberanos viven en anarquía
interna.
Hace
varios años el Derecho Internacional contenía norma de tutelaje para las
colonias que se abrían a la vida independiente y se las intentaba ayudar en
dicho proceso desde la Sociedad
Internacional , como estructura internacional supranacional
que buscaba mantener el orden, la paz y el bienestar internacional.
Un
dato más antiguo todavía, proviene de [4]1885
del Acta General de la
Confederación de Berlín en su Art. N°6, que obliga a todos
los poderes coloniales que estaba implicados en África a velar por la
conservación de las tribus nativas y ocuparse de las mejoras de las condiciones
de su bienestar moral y material.
Es
notable que la normativa internacional exigiera la responsabilidad de ciertos
Estados mas fuerte para con aquellos Estados más débiles en proceso de independencia o
restructuración. Conformando distintas figuras de tutelaje como fideicomiso o
protectorados, donde el que tomaba las decisiones era un gobierno internacional
en materia administrativa, militar, económica y política, hasta tanto se pueda
dejar el Estado protegido, que camine solo por la senda de su autogobierno en
base a su soberanía.
Pero
esto cambió, posterior a la guerra fría la cuestión sobre la estabilidad interna
o no, de los Estados más débiles o Fallidos, dejo de ser relevante para la
comunidad internacional. Ahora hay una
tesis que se denomina la universalidad de los derechos humanos provenientes del
enfoque occidental, a la que me referiré más adelante.
De
hecho la [5]norma
básica de la política mundial después de 1945 prohíbe la institución del
fideicomiso, el status colonial u otra forma de independencia internacional,
donde la independencia existiera previamente. Entonces el reconocimiento de
iure desplazo al de facto que estaba basado en un estándar occidental, que
tenia la concepción de la sociedad internacional como asociación de gobiernos
civilizados y no solo un grupo de Estados jurídicos independientes. Ésta
presunción paradigmática llevada a la practica donde los Estados Exitosos se
hacían cargo de la reforma de los fracasados, hoy se ha modificado.
Por
Resolución de la ONU
en los 60´ se declaró que todos los pueblos tienen derecho a la libre determinación y la falta de
preparación en el orden político, económico, social o educativo no servir nunca
de pretexto para retrazar su independencia. Esto implica no la
intervención de Estados extranjeros en
sus decisiones internas.
Sin
embargo actualmente aunque no se lo denomine tutelaje, protectorado o fideicomiso,
existe la intervención concreta de la sociedad internacional en ciertos Estados
conflictivos. Un ejemplo de ello es el caso Kosovo con la presencia militar en
1999 aprobada por Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU , y que ha dado mucho en
materia de estudio y a su vez ha sido criticada dicha actitud
internacionalmente.
Algunos
teóricos han planteado reformas a la sociedad internacional, como por ejemplo
que un requisito para la independencia política de un Estado seria asumir que
la voluntad y capacidad del mismo en cuanto al establecimiento y cumplimiento
de ciertas condiciones civiles internas para llevar a cabo las obligaciones
internacionales. Además aquellos Estados que no logren alcanzar este estándar
deberán perder su independencia hasta estar preparados y equipados para
resolverlos, basados en la libertad, igualdad y reciprocidad esencial. No menor
es la pretensión de que en las reformas se incluya la justificación a la
intervención extranjera para ayudarlos en el proceso de readaptación o toma del
autogobierno.
Si
la mirada occidental en cuanto a la civilización de ciertos Estados, que no
cumpliendo con algunos estándares, presupone la existencia de un Estado
Fallido; nos encontramos ante una diversidad cultural que no mide de la misma
manera ciertas normativas del derecho internacional, que hoy pueden reflejarse
por ejemplo en la ayuda humanitaria ante el fenómeno de millones refugiados en
el mundo por un presunto autoritarismo en su Estado de origen que viene
provocando guerras civiles.
Según[6]
Samuel P Huntignton la civilización
occidental serian como una serie de características como; el legado clásico,
relaciones católicas, protestantes, lenguas distintas, separación religiosa,
Estado de Derecho, pluralismo social, cuerpos representativos e individualismo,
etc.
Teniendo
en cuenta que el autor determina la civilización al agrupamiento cultural
humano mas elevado del grado más amplio de identidad cultural que tiene las
personas en el marco según afirma él, de la civilización universal. La misma se
define por elementos objetivos comunes, siendo una autoidentificación subjetiva
de la gente. Y, particularmente para Huntignton, la religión es el elemento que
está por encima de las demás variables.
Ahora
bien, a su vez el autor identifica siete
civilizaciones en el mundo en base al estudio de [7]Melko,
la china, japonesa, hindú, islámica, latinoamericana, africana y occidental, y
hace además una afirmación; “la actual reconfiguración y elemento central, es
el hecho de que los países se están uniendo o separando según afinidades
culturales”. Ya que con el fin de la guerra fría dejo de ser una cuestión
ideológica y de conveniencia, para ser cultural.
Con
todo ello occidente encaró al mundo con ciertos valores propios de su
civilización, tales como; la no proliferación armamentística, la promoción de
la democracia y los derechos humanos e intento frenar la inmigración foránea de
otras civilizaciones. Aquí el autor se plantea un choque de civilizaciones o
como lo suele denominar, la guerra de líneas de fractura, llevándolos al campo
de estudio ubicado geográficamente entre Islam -Occidente, que a su vez se
distinguen de otros tipos de conflicto por tres cuestiones;
1)
Que son
conflictos colectivos entre Estados, entre grupos no gubernamentales o entre
Estados y grupo no gubernamentales.
2)
Son violentos y
de larga duración, de hecho puede implicar a grupos geográficamente entre
mezclados.
3)
Y generalmente
es por el control de las personas, predominantemente religiosas y por
definición son conflictos que engloban entidades culturales mayores.
[8]Oriana Fallaci escritora italiana apoya la tesis de Huntignton afirmando que estamos ante la guerra donde no
se combate por el territorio sino por los valores, por la forma de vida Y,
occidente infravalora el poder de destrucción de las civilizaciones defensoras
del islamismo.
Mientras
que [9]Guillen
Kepel experto en el movimiento islamita argumenta que el mismo se ha fractura y entro en una
fase de retroceso. Además dice que no se debe investigarlo poniendo el foco en
su ideología, sino en las fuerzas sociales que participan en él, y que siempre
fueron socialmente ambiguos. Kepel dice este movimiento está compuesto por, un
sector de jóvenes de la urbe relativamente pobres y por otro lado una burguesía
y clase media religiosa que se identificaron con el Islam ante las promesas de
reestablecer la sociedad justa de los primeros tiempos de dicha religión.
Oponiéndose a gobiernos ya desgastados, sosteniendo la utopía islamita de los
70.
Lo
cierto es que después del 11 de septiembre de 2001
occidente se vio atacado por
un grupo al que denominó terroristas, del que han surgido varios análisis en el
ámbito internacional, motivo por el cual se ha retomado la tesis de Samuel del
conflicto entre civilizaciones por cuestiones culturales.
Hobsbaw
agregó que el ataque terrorista abre un periodo de inestabilidad igual que
sucedió en Europa con los atentados a los reyes a fines del XIX. Es por ello,
que hace falta una respuesta colectiva de todos los Estados amenazados e incluso China y Rusia.
Respuesta
que podría darse en el ceno del Consejo de Seguridad de la ONU , y que de hecho se han
tomado decisiones al respecto que en muchos casos no han contado con el apoyo de Rusia y China. Por ejemplo la [10]Resolución
sobre Siria,
donde tres veces han votado en contra de la idea occidental que amenaza con
imponer sanciones al régimen del presidente Bachar al
Asad.
Samuel
P Huntignton imagina en su época, previo
a los atentados de 2001, como seria hipotéticamente un posible conflicto entre
todas las civilizaciones, y de allí desprende sus conclusiones en cuanto a las
posibles soluciones. Dentro de ésta futurología argumenta que no hay una
respuesta contundente. Si aceptamos que los conflictos serán entre
civilizaciones, entonces se debe buscar orden basado en ellas, que no es fácil
de establecer, pero debe partir desde la comprensión y apelación a los valores
comunes.
Aquí
la pregunta es ¿Qué valores comunes tenemos occidente con el Islam? Si incluso
algunos autores parecieran ampliar más la brecha de diferencias entre ambas
civilizaciones cuando leemos actitudes musulmanas alejadas de nuestras
costumbres, que nos provocan una reacción contraria al acercamiento y
convivencia. En este sentido se expresa [12]Edward
Said, “El oriente es un discurso particular construido por occidente, que nunca
existió mas que en el imaginario occidental. Hacen campaña para guerra, pero no
hay un solo Islam sino varios, y varios EEUU”. Redefiniendo “el choque de
civilizaciones” como “el choque de ignorancias”, lamentando que la prueba de la
tesis de Huntignton haya sido el atentado suicida cometido por un grupo de
trastornados.
Said
entiende que la humanidad ha quedado dividida entre fieles e infieles, donde el
Islam quiere acapara y la cristianidad es el rival. Afirmando que el fundamento
de la ira islamita está dado por los cambios sociales, intelectuales y
económicos que transforman el mundo islámico, sobre todo el consumismo y
secularismo provenientes de occidente.
Vinculando
las ideas o valores occidentales con la demarcación o conceptualización de los
denominados Estados Fallidos, recordando que estos son los que posen
inestabilidad interna, se puede decir que muchos de los pertenecientes al mundo
islámico poseen; a criterio occidental, éstas características. Pero ¿es
legítimo que ante estas circunstancias la ONU o la
OTAN actúen para devolverle la estabilidad al país?
Teniendo
en cuenta lo expuesto por el Art N° 4 de la Carta constitutiva de la ONU que dice: “Podrán ser Miembros de las Naciones Unidas todos los
demás Estados amantes de la paz que acepten las obligaciones consignadas en
esta Carta, y que, a juicio de la Organización , estén capacitados para cumplir
dichas obligaciones y se hallen dispuestos a hacerlo”.
Y
además, contemplando a los Estados Fallidos como empíricamente existentes en el
marco del Art N°2 de la mencionada Carta que norma: “Fomentar entre las
naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la
igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos, y tomar
otros medidas adecuadas para fortalecer la paz universal”.
Cada
Estado debe velar por su estabilidad interna, es su responsabilidad crear las
condiciones de una libertad ciudadana enfocada al Bien Común y bienestar de
todos dentro de su territorio. Al respecto [13]Frost dice “Los estados exitosos deberían establecer
la condición de la libertad verdadera o fundamental en sus interacciones con
los estados fallidos”. Y agrega que se deben crear las condiciones de una
libertad fundamental en los estados en los que actualmente dicha libertad no
existe, eso requiere una educación internacional. Entonces los estados fallidos
deberían ser cuidados y reformados por la sociedad internacional, asumiendo esta responsabilidad en nombre de
la sociedad internacional.´
Entre estas innovaciones
se pueden plantear nuevas formas de gobernanza, resultantes de la interacción no-jerárquica
y flexible de una multiplicidad de redes no estatales. Al respecto [14]Antonio
Natera alude a ella, como a un nuevo estilo de gobierno distinto al del control
jerárquico, donde la importancia ya no está dad en los mecanismo de gobierno,
no se basan en los recursos exclusivos de las autoridades gubernamentales ni
sus sanciones. Su característica es la mayor interacción y cooperación entre
Estados y actores no estatales en el interior de las redes de decisiones mixtas
(publico-privadas), como un cambio de sentido del gobierno, un nuevo método.
Entonces redefine las estructuras y procesos mediante los cuales los actores
políticos y sociales, llevan a cabo practicas de intercambio, control,
coordinación y adopción de decisiones en los sistemas democráticos.
Sed demarcan algunos
principios de la buena gobernanza que refuerza la proporcionalidad y la
subsidiaridad, a saber: apertura, participación, responsabilidad, eficacia y
coherencia.
El autor analiza la
estructura de la UE
(Unión Europea) planteando como objetivo estratégico la reforma de la
gobernanza, y afirmando además que algunos de los problemas que actualmente
tienen están relacionados con los conflictos.
A modo de conclusión, solo
me queda traer a colación un autor más. Ésta vez mencionaré a [15]Francis
Fukuyama quien también analizó los conflictos entre civilizaciones pero desde
un enfoque denominado El Fin de la
Historia.
El autor critico a Samuel
P Huntignton luego del 11 de septiembre
porque debió haberlo interpretado tal choque de civilizaciones como una lucha
mas amplia entre civilizaciones, específicamente entre occidente-Islam.
Mencionado lo que nosotros como occidentales consideramos como los derechos humanos universales, que son
producto de la cultura europea, inaplicable para quienes no comparten esta
tradición particular.
A su criterio la división
central entre el Islam y Occidente esta data de los inicios del Iluminismo
cuando occidente rechazo la fuente de Dios, donde la raíz de la tradición
liberal es el laicismo en la concepción occidental, pero muchos musulmanes
rechazan el laicismo occidental, provocando sangrientos enfrentamientos entre
sectores cristianos en el XVI y XII.
Es por ello que para
Fukuyama, el Islam enfrenta hoy un dilema similar al que se vivió cuando se
separo la religión de la política en el mundo occidental, para asegurar ante
todo y sobre todo la paz civil.
Los intentos de fusionar
la política con la religión, divide a los musulmanes al igual que se dividieron
los cristianos en Europa. Afirmando que el Islam es una religión extremadamente
heterogénea y no reconoce ninguna fuente absoluta de interpretación doctrinal,
además el fundamentalismo es intolerante.
Entonces, nuestra mirada
occidental de raíz cristiana que considera a los derechos humanos como
universales entre otras dimensiones vinculadas a la economía, la justicia o la
democracia política; quiere encajarlos en otras civilizaciones con otras
culturas. ¿Será posible que esto se concrete pacíficamente? La realidad
internacional tiene sobradas pruebas de que tal recepción no es pasiva.
Autora: Jaquelin Parada
[1] Cátedra Relaciones Internacionales II. Modulo I Lectura
complementaria ¿Choque de civilizaciones? Autor; José E Jorge Pág. N° 138
[2]
Lectura complementaria N°
5 Los estados fallidos y la tutela
internacional Autor; Robert H. JACKSON. Pág. N° 9
[3] Lectura complementaria N° 5 Los estados fallidos y la tutela
internacional Autor; Robert H. JACKSON. Pág. N° 21
[4] Cátedra Relaciones Internacionales II. Modulo I
Lectura complementaria El Choque de civilizaciones Autor; Samuel P
Huntignton Pag N° 14.
[5] Lectura complementaria N° 5 Los estados fallidos y la tutela
internacional Autor; Robert H. JACKSON. Pág. N° 17
[6] Cátedra Relaciones Internacionales II. Modulo I
Lectura complementaria El Choque de civilizaciones Autor; Samuel P
Huntignton
[7] Cátedra
Relaciones Internacionales II. Modulo I Lectura complementaria El Choque de
civilizaciones Autor; Samuel P Huntignton Pag. N° 98.
[8] Cátedra Relaciones Internacionales II. Modulo I Pág.
N° 95.
[9] Cátedra Relaciones Internacionales II. Modulo I
Lectura complementaria ¿CHOQUE DE CIVILIZACIONES? Autor; José Eduardo Jorge Pág. N°139
[11] Cátedra Relaciones Internacionales II. Modulo II Pág.
N° 158.
[12] Cátedra Relaciones Internacionales II. Modulo I Pág.
N° 137.
[13] Lectura complementaria N° 5 Los estados fallidos y la tutela
internacional Autor; Robert H. JACKSON. Pág. N°
[14] Lectura Complementaria N° 4 La noción de gobernanza como gestión pública
participativa y reticular. Autor: Antonio Natera.
[15] Modulo de Cátedra I Pág. N°95.
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