Huí

Corrí en medio del bosque
ese que tenía sueños, duendes.

Risas escondidas, lunas rotas
y de verdes hadas por doquier.

Corrí otras veces de felicidad
pero ahora me aturde el miedo.

Huí de mi YO interior
de mis demonios,
de las caricias de viejos pinos

y de cobijo de amargos truenos.

Amanecí llena de rocío
pero me secó el sol.

Angustiada hallé ésta cabaña,
su madera, su aroma a hogar,
su leña encendida esperándome.

Nunca vi sus manos
ni vientre creciendo.
Porque corrí y huía de mí,
hasta que caí llena de lodo y triste.

Quedé sin aliento
y, de pronto, una luz azul
que me encontró confundida
ilusa de pureza
pero ella, esa luz tan azul
me iluminó y juntas emergimos.

Ahora....

ya no le temo a aquel bosque tenebroso.


Autora; Jaquelin Parada

Comentarios

Entradas populares de este blog

Abriendo el corazón, desde la compresión consciente de nuestra energía

UNASUR y las teorías de la integración