Revisar desde acá

No hay teoría del big bang que pueda orientarme a tu encuentro.

No hay seres extraplanetarios que puedan

si quiera, convencerme de mi delirio ante tus ojos.

No existe planeta más lejano

que el estar distante de tu sombrío silencio.

Aunque la misma NASA

decidiera invadir el universo,

jamás podrían llegar a tu costa solitaria

porque mi alma te sorprendería rescatándote.

Como a una joya única, exótica y demasiado brillante

te guardaría del inquisidor.

Con el corazón saliéndose de mi pecho

quiero decirle al infinito que daría esta vida por conocerte,

llamando a las fuerzas más vivas del alfa y omega

con el solo fin; de deleitarme en tus amaneceres.

Y, bajo tu velo aplayiano de mi alma,

quiero ser una, en tu silueta terrenal.

Si la locura se pagara por kilos

sería rica en tus encantos.

Pero si el mundo hoy se partiera en dos,

correría a tu encuentro como el mismo fin de nuestro tema,

ese, que nos supo seducir entre las luces de aquella vez.

Desprovista y envuelta en vuestro silencio tímido

Encriptada estoy en tu poder misterioso.

Ese, que solo quiso desatar en mí

la ironía de no saber por qué me pasa esto con vos.

Sucedió, que enloquecí en tu aroma,

en tus brazos, y  sin que los sepas.

En tus pasos avergonzados e ignorantes de mis latidos

descubrí que mi universo eras, y sos vos..

Pasó, que esperaba verte y tan solo unos minutos

como la escusa perfecta, en lo que dura una canción

para que pueda al menos, estar muy cerca de vos.

Enredada en tu aura y sabiéndome feliz

sin saber si quiera quién sos,

me pierdo en tus ojos cerrándose con los míos.

Y en todo caso…. ¿por qué nos sucede esto?

Pronto, muy pronto se enteraran nuestros ancestros

y los progenitores de nuestro linaje

que por miedo, nosotros solo callamos.

Y más tarde que temprano,

estaremos ahí de nuevo,

mudos, bailando desde nuestras venas

con la infaltable melodía de nuestras almas enlazadas

en cada paso y al compás de la ilusión

que alguna vez nos cruzó en este camino, llamado vida,

pero que hasta hoy…….

preferimos dejarnos sin siquiera tocarnos por primera vez.

Autora Jaquelin Parada