Musa roja
Me acuso de
encerrar musas ajenas, lo sé.
Sin embargo
ésta es tan mía, tanto….
Que no me
recuerda.
La miro de
lado a lado;
la acaricio,
la envuelvo en mi pelo,
la enveneno
con mi amor,
la desenredo
del dolor,
la perturbo
de abrazos,
la vuelvo a
mirar y,
otra vez ve
me reflejo en ella;
como una pálida
noche de invierno
sin luna,
sin pájaros durmiendo,
sin
celestiales rezos de santos humanos
Una noche más,
de esas en
que ésta, mi musa;
me llena el
vacío.
Sonrío recordando tus ojos, tu boca
Grito al infinito
pensando en tu ausencia
Enviando una
orquesta de grillos que te mimen
Solicitando
al universo que te cuiden
Complicada,
desvelada, la insulsa musa me llama
Con sus cascabeles
exóticos me ilumina de nuevo
Me deja
perpleja el alma al verla
Y confieso,
que nuevamente no me arrepiento……
De pensarte
sin que te enteres
De esperarte
sin que te importe
De extrañarte
sin que desvanezcas
He perdido
la vergüenza de decirle al mundo que te amo
He perdido
la franqueza de decirme, olvídalo
He perdido
la cabeza acariciando tu sombra
He perdido
todo, menos la esperanza de encontrarte
En una
esquina, en un asado
En una
tarde de esas con torta frita y mate
He dejado
de amarme por amarte
He dejado
de cuidarme por no odiarte
He dejado
de besar bocas ajenas por desearte
He dejado
de escribir sino es en tu nombre
Quiero darle
cristales amarillos al sol
y, llenarte
de perlas a vos;
solo pare
evitar que la fantasía te alejen mas de mi
Si algún día
me miraras como la has visto a ella;
la misma
que;
te dejo sin
aliento
que abandono
tu corazón.
La misma
que no supo ver tu hombría
E ideales
sanos y desafiantes
Ella que
robo sin saberlo mi amor
Ella que te
dejo sin ilusiones y
creyendo en
mentiras
herido, insensato
y solo
Y yo aquí,
mirando tu musa
De lado a
lado
En mis
labios, entre mis manos
Sintiéndote
lejos y dentro de mi a la vez
Sabiendo que
no estás, hoy.
Pero que
alguna vez me verás
Aquí encontrarás
el amor más puro que el néctar
Más sacrificado
que olvidarte
Llena de
motivos para no odiarte
E ilusionada,
enamorada, esperanzada,
deslumbrada,
inequívoca y hasta derretida
por tu
rostro, tu caminar
tu voz y tus
sueños
Palpitando y
suspirándote porque me mires
Musa de mi
vida, alma de mi alma
Dejame verte
de lado a lado
Dejame olerte
otra vez
No hay
olvido en mi mundo con tu bandera
No hay sanción
en los actos que a veces te condenan
Musa,
dejame ser tu abrigo,
dejame cuidarte
de la tempestad
Dejame darte
mucho mas
Dejame ser
lo que no han sido
dejame ayudar
a que la olvides
dejame,
solo dejame
que sin
esperanzas me muero
Musa, musa
de mi vida
color roja
quiero
verte de lado a lado nuevamente
escucharte
y acariciarte eternamente ………..
Autora; Jaquelin Parada
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