SECCIÓN 2 Las Políticas de Repsol en YPF. Depredación, Desinversión y Desabastecimiento.
Buena parte del extraordinario desempeño macroeconómico que exhibió el país entre los años 2003 y 2011 fue el resultado de una política que permitió aislar parcialmente a la economía local de la amplia volatilidad de los precios internacionales de las commodities, tanto en lo que respecta a los alimentos como a los combustibles. De hecho, cuando se compara la evolución del precio local de los combustibles con el que hubiera surgido de la paridad internacional, se observa que las políticas de retenciones a las exportaciones acompañada por la administración de los precios locales permitieron aislar a Argentina del ciclo alcista que experimentaron los combustibles, ciclo que estuvo principalmente alimentado por la presencia de capitales especulativos que comenzaron a ver en esos recursos estratégicos una alternativa ante el desplome de otras opciones de inversión de corto plazo en el marco de la virulenta crisis financiera internacional
Evolución de los precios internos e internacionales de los combustibles
Pero incluso luego del marcado proceso de desinversión que Repsol llevó a cabo en YPF en la actualidad puede aún comprobarse la importancia de esta última empresa para el grupo. Es que a pesar de la significativa reducción de las reservas de hidrocarburos que generó Repsol en YPF, las reservas de petróleo existentes en ésta superan incluso a las que posee la totalidad del Grupo Repsol. De hecho, para el año 2011 las reservas probadas de Repsol (excluyendo YPF) estimadas de acuerdo a la metodología de la Security Exchange Commission (SEC) alcanzaban los 1.167 millones de barriles equivalentes de crudo (Mbep), de los cuales 393 Mbep correspondían a crudo y el resto, 774 Mbep, a gas natural5. Para finales de 2011, las reservas probadas de YPF ascendían a 1.103 Mbep, de los cuales 585 Mbep correspondían a crudo y 427 Mbep a gas natural. Es decir que a pesar de la deliberada desinversión, reducción de reservas y producción que Repsol realizó en YPF las reservas de esta última representaban a 2011 el 60% de las reservas del grupo y el 36% de las de gas natural.
En este sentido, la importancia estratégica de YPF, sus niveles de reservas, de producción, de capacidad de exportación y de comercialización permiten entonces comprender los significativos cambios que experimentó el grupo Repsol luego de la adquisición de la compañía local, compañía que luego extenuaría para solventar su expansión mundial. Para ilustrar este hecho, basta comparar las principales variables de la ecuación económico-financiera del grupo antes y después de la adquisición de YPF. La tabla que sigue muestra estas variables para los años 1998 y 1999.
Resultados de Repsol antes y después de la Adquisición de YPF, en millones de USD
Del análisis de la tabla precedente, se evidencia la estrategia de Repsol, que para financiar una expansión del 142% de sus activos mediante la adquisición de YPF, debió incrementar su endeudamiento tanto a corto (267%) como a largo plazo (349%). La adquisición de YPF por parte de Repsol permitió que el grupo elevara significativamente sus ingresos (38%) y, aún más, su resultado operativo (59%), flujos que luego le permitirían implementar la estrategia de financiamiento de la diversificación en el resto del mundo con la liquidez extraída de YPF.
De hecho, una mirada de más largo plazo del desempeño del grupo Repsol en YPF muestra a las claras que el negocio económico-financiero se hizo a costa del desempeño productivo de la compañía. En el gráfico que sigue puede observarse la evolución de la utilidad neta y operativa, el patrimonio neto y la producción de petróleo y crudo de YPF para el período 1997-2003. Allí se muestra claramente que cuando se compara el año de ingreso de Repsol a la empresa con 2011 los dos indicadores de utilidades mejoran significativamente, mientras que tanto el patrimonio neto como la producción de petróleo y de gas se reducen dramáticamente. De hecho, mientras que entre 1999 y 2011 la utilidad operativa se multiplicó por 2,6 veces y la utilidad neta lo hizo por 1,3 veces, el patrimonio neto se redujo 41%, la producción de petróleo cayó 43% y la producción de gas disminuyó 31%. Como se dijo, el negocio financiero de Repsol se produjo a costa de la reducción de la producción y exploración de hidrocarburos de YPF.
YPF: evolución de variables seleccionadas, 1999-2011 (en números índice base 1999=100)
Evolución de los precios internos e internacionales de los combustibles
(1) Precio promedio de naftas y gasoil de la empresa YPF ponderados segundo porcentajes de refinación. Fuente: Secretaría de Energía, Resolución SE No. 1104.
(2) Margen bruto real promedio del sector (incluyendo impuestos, refinación y comercialización) aplicado al precio histórico local del petróleo.
Tal como se observa en el gráfico anterior, la desvinculación del precio local del combustible de su paridad internacional permitió que los consumidores locales (tanto familias como empresas) pagaran por el combustible en el mercado interno, en años de fuertes variaciones de los precios internacionales como por ejemplo 2008, casi a la mitad de lo que hubiera resultado de una paridad con el precio mundial. Es decir, por ejemplo en 2008 mientras que el costo promedio de naftas y gasoil en ausencia de una política de administración de precios hubiera sido de $ 4.029 por m3, en el mercado interno ese precio fue de sólo $ 2.026 por m3.
La política de administración de los precios internos se deriva naturalmente de la comprensión del hecho de que el combustible es un factor determinante para el desarrollo de las distintas actividades económicas, ya que es un insumo de uso difundido en la estructura productiva del país, es decir, que participa como un costo directo en una enorme variedad de procesos industriales. A su vez, como combustible para el transporte, también está involucrado en la cadena de comercialización y distribución de casi cualquier tipo de producto. De esta forma, la competitividad de la producción local reposa en buena medida sobre el costo de la energía y, por tanto, sobre el precio doméstico del petróleo. La participación del estado en la administración de la oferta y los precios de los hidrocarburos es entendida como un resorte central de la competitividad de la economía argentina.
Sin embargo, dado que los mercados internacionales tratan al petróleo simplemente como un producto genérico de exportación (un commodity), la trayectoria de su precio está sujeta a los vaivenes de la economía global. Por ejemplo, en tiempos recientes, la crisis internacional impactó duramente sobre el mercado mundial del petróleo, lo que hizo que el precio del barril (WTI) no sólo exhibiera un marcado incremento, sino que mostró además una creciente volatilidad: mientras que entre los años 1991 y 2002 el precio del barril promedió los US$ 21 con una volatilidad promedio de US$ 4, entre 2003 y 2011 se incrementó en un 215% promediando los US$ 67 por barril, con una volatilidad promedio de US$ 21. Es en este contexto que se explican las políticas aplicadas por el Gobierno Nacional destinadas a administrar el precio interno de los combustibles, con el fin último de aislar la economía doméstica de las fluctuaciones de los precios internacionales.
La actitud de Repsol ante los precios domésticos
Las medidas encaminadas a administrar los costos internos de la energía, de los combustibles y de abastecer al mercado interno fue interpretado por Repsol como una amenaza sobre las rentabilidades extraordinarias que pretendía obtener en el país. La empresa expuso en el Balance 2011 cuál es su posición en la filial Argentina (YPF S.A.): “Los principales riesgos económicos a los que Repsol YPF se enfrenta como consecuencia de sus operaciones en dicho país (Argentina) son los siguientes: limitaciones a su capacidad de trasladar a los precios locales los incrementos en los precios internacionales del crudo, de otros combustibles y de otros costes que afectan a las operaciones, así como el impacto de las fluctuaciones del tipo de cambio; restricciones al volumen de las exportaciones de hidrocarburos, debidas principalmente al requerimiento de satisfacer la demanda interna, con la consiguiente afectación de los compromisos previamente asumidos por la sociedad con sus clientes; necesidad de obtener la prórroga de las concesiones, una parte de las cuales expiran en 2017; interrupciones y huelgas sindicales; eventuales alteraciones del marco regulatorio actual mediante la adopción de medidas gubernamentales y/o cambios legislativos que llegasen a afectar a las operaciones del Grupo y a la rentabilidad esperada de las mismas (incremento de los impuestos sobre las exportaciones de hidrocarburos; establecimiento de tarifas para la adquisición de servicios o bienes que son necesarios para el ejercicio de las actividades; renegociación o cancelación de contratos, cambios en políticas que afecten al comercio o la inversión, etc.); la evolución del tipo de cambio del peso argentino, y las restricciones de acceso al mercado cambiario, tanto para el pago de obligaciones como de dividendos al exterior”.
Y continúa argumentando que “Asimismo, YPF se ha visto obligada a comercializar en el mercado local una parte de su producción de gas natural originariamente destinada a la exportación, por lo que ha sido incapaz de cumplir en determinados casos sus compromisos contractuales de exportación (…)”.
Es decir que Repsol, al no poder aumentar los precios locales del crudo en la Argentina, encaró una clara estrategia de salida del país y una política depredatoria, tanto en términos de producción de hidrocarburos, como de desinversión.
No debe creerse, no obstante, que la rentabilidad era insuficiente porque, como se ha demostrado, las ganancias de la empresa YPF en poder de Repsol fueron sumamente abultadas. El problema es que el Grupo Repsol comparaba estas ganancias con otras oportunidades de negocio que, a los precios imperantes en el mercado mundial, resultaban aún más rentables y, por tanto, desatendió las actividades de exploración y producción locales.
Evolución de la producción de petróleo y gas de YPF S. A., 1993-2011, en m3 y Mm3
Fuente: Elaboración propia en base a datos de la Secretaría de Energía
Se desprende del gráfico anterior que Repsol adoptó una estrategia de producción basada casi exclusivamente en los pozos existentes (que fueron descubiertos años anteriores a la privatización, como es el caso del megayacimiento de Loma La Lata), ya que la producción de petróleo y gas se redujo entre 1999 y 2011 en un 39% y 31% respectivamente. Pero lo más llamativo de este fenómeno de desinversión, segmentación de mercado y continuas presiones por aumento de los precios de los combustibles por parte de Repsol es que el propio grupo era uno de los principales responsables de la escasez de petróleo y gas en el mercado, escasez que lejos de lesionar la rentabilidad de la compañía, aportaba claramente a una estrategia que tenía como objetivo la convergencia de los precios internos con los internacionales.
Esta última estrategia se refleja en informes confidenciales y de circulación restringida que fueron hallados por la Intervención dentro de la compañía, en donde Repsol la hacía explícita. En una presentación de carácter confidencial sobre su Plan de Negocios, Repsol argumentaba que la tan buscada (por el grupo) “convergencia entre precios internos y precios internacionales del petróleo y del gas se completaría en el año 2014”. Resulta interesante comprender los mecanismos por medio de los cuales esa convergencia ocurriría efectivamente.
En un documento confidencial (ver fotos a continuación) donde Repsol exponía los principales lineamientos de su plan de negocios, se marcaba como fecha posible de la tan ansiada igualación entre precios internos y externos ocurriría, en apariencia, como consecuencia del libre juego de la oferta y la demanda de combustibles. Pero en el mismo plan de negocios se deja claro que la acción de la compañía tiende a consolidar una situación en que la oferta interna se sostiene siempre por debajo de la demanda.
Dicho Plan de Negocios de Repsol plantea como hipótesis de trabajo una igualación del precio del crudo en el mercado interno con su paridad de importación producto de una supuesta (y no justificada) “evolución de las retenciones a las exportaciones de crudo que permitirían aumentos en los precios internos”. Es decir, lejos de ser una consecuencia natural del libre mercado, Repsol elaboraba su Plan de Negocios sobre la base de la supuesta eliminación total de las retenciones a las exportaciones de petróleo para el año 2014, con eliminaciones parciales en los años 2012 y 2013. En lo que hace al gas, los planes de Repsol resultan aún más reveladores. De acuerdo a este Plan de Negocios confidencial, los precios internos del gas aumentarían como consecuencia de la presión al alza sobre el costo del combustible impuesta por los mayores niveles importación.
Sin embargo, y como lo demuestra el presente informe, la necesidad de importar combustibles fue la consecuencia directa del propio accionar de Repsol en YPF, cuya desinversión significó la caída de la producción de petróleo y gas, con la consecuente necesidad de recurrir a las compras de estos combustibles en el exterior.
Este Plan de Negocios de Repsol para YPF contribuye a comprender también las causas de la desinversión realizada por la compañía en materia de exploración y explotación de recursos hidrocarburíferos. Se reconoce en el documento que el crecimiento económico de Argentina desde el año 2003 se encuentra “entre los mayores del mundo” y que, como consecuencia, la demanda por combustibles se expande a tasas anuales mayores al 5%. Este mayor crecimiento imprime presiones sobre la oferta de hidrocarburos, puesto que genera la necesidad de mayores inversiones, tanto en los segmentos de upstream como de downstream, que permitan que la ampliación de la capacidad de explotación y refinación se encuentre alineada con el crecimiento de la demanda y que, al mismo tiempo, esa mayor producción no se traduzca en un depletamiento de los yacimientos y desemboque en una reducción de las reservas de gas y de petróleo.
Sin embargo, la desinversión de Repsol produjo exactamente ese efecto sobre la oferta doméstica: no solo que la falta de inversión implicó crecientes necesidades de importación de combustibles, sino que el abandono de la exploración y de las actividades de recuperación por parte de Repsol significaron el agotamiento de las reservas hidrocarburíferas de YPF. Según este Plan de Negocios de carácter confidencial, una demanda en franca expansión solo podía ser satisfecha mediante un crecimiento de la oferta doméstica del mismo orden toda vez que “el marco regulatorio asegurara márgenes suficientes en todos los eslabones de la cadena de valor del sector”. Caben respecto de este argumento dos apreciaciones. En primer lugar, referirse a la existencia de márgenes de rentabilidad suficientes en “todos los eslabones de la cadena de valor del sector” muestra a las claras la forma de entender el negocio por parte de Repsol. Como se verá más en detalle en la subsección dedicada a analizar la estrategia de comercialización y de fijación de precios por parte del grupo, la forma de calcular rentabilidad que tenía Repsol ignoraba completamente la integración vertical presente en YPF. Es decir, Repsol computaba un margen de ganancias en, por ejemplo, su segmento de comercialización de idéntica manera a como lo podría hacer una empresa que fuera exclusivamente comercializadora de combustibles. Es decir, el segmento de comercialización computaba su “costo de adquisición” de combustibles como si ese producto fuera comprado a precios de mercado, aplicando de esta manera un margen de comercialización sobre combustibles cuyo costo ya incluía márgenes de refinación, de explotación y de exploración. Multiplicaba de este modo las ganancias a lo largo de toda la cadena productiva.
En segundo lugar, cabe preguntarse si los márgenes de rentabilidad obtenidos por Repsol en YPF no resultaban “suficientes”. Como se mostró, las ganancias obtenidas por Repsol en YPF estuvieron lejos de resultar “insuficientes”, puesto que le permitieron al grupo no solo apalancar su expansión internacional, sino también hacer un muy buen negocio con la compra de YPF. Por esta razón, resulta plausible pensar que las ganancias obtenidas por Repsol en YPF resultaban “insuficientes” en algún otro sentido. Del propio Plan de Negocios confidencial elaborado por Repsol surge que esta insuficiencia surge de un cálculo muy específico: comparar las rentabilidades obtenidas por el grupo en el mercado local con aquella rentabilidad que el grupo habría podido obtener si los precios internos de los combustibles hubiesen sido los mismos que los precios internacionales. Como ya se señaló al principio de esta sección, la política de retenciones y administración de precios llevada a cabo por el Gobierno Nacional implicó diferencias de hasta un 100% entre el precio local y la paridad (teórica) de importación. Si bien un primer análisis puede concluir que estas diferencias no hacían más que repercutir negativamente sobre la rentabilidad de Repsol en YPF, la performance del grupo durante el período 1999-2011 da por tierra con esa hipótesis. Para comprender esta aparente contradicción, es necesario tener en cuenta que contemplar que si bien gracias a las políticas macro y microeconómicas aplicadas por el Gobierno Nacional los precios internos de venta de los combustibles se apartan de los internacionales, esas mismas políticas desvinculan la evolución de los costos internos de los del resto del mundo. De esta manera, Repsol olvidaba deliberadamente señalar que además de existir una desvinculación entre los precios internos y los precios externos de los combustibles, también existía (gracias a políticas implementadas por el Gobierno Nacional de las cuales el grupo era crítico) una desvinculación entre los costos internos y los externos, que permitieron la obtención de las cuantiosas ganancias antes observadas. Y que esas mismas políticas fueron artífices del elevado crecimiento de la economía y, por tanto, de la prosperidad de la empresa.
De esta manera, el proceso de desinversión de Repsol en YPF no fue la consecuencia de una rentabilidad “insuficiente” obtenida por el grupo en YPF, sino más bien de la continua comparación de esa rentabilidad con el valor teórico que podrían haber alcanzado de concretarse una suba en los precios internos, suba que era al mismo tiempo propiciada por la propia política de Repsol en YPF, a través de la reducción de la oferta de petróleo y gas para abastecer un mercado interno en franca expansión.
Ese proceso de desinversión a nivel local se pone de manifiesto al analizar el nivel de remisión de utilidades, ya que grupo Repsol optó por maximizar las utilidades en la Argentina para luego remitirlas hacia el exterior.
Evolución de la utilidad neta y de los dividendos pagados de YPF S.A., 1997-2011, en millones de pesos
Fuente: elaboración propia en base Memoria y Balance YPF y Sociedades Controladas.
En el gráfico se observa cómo la remisión de utilidades se intensificó a partir del año 2008, dado que entre los años 2008-2011 se pagaron dividendos similares a los abonados a lo largo de los 10 años anteriores, 1997-2007.
A su vez, se debe resaltar que el Grupo Repsol en su conjunto a nivel mundial distribuyó dividendos por US$ 13.370 millones en el período 1999-2011, es decir, una suma prácticamente equivalente a lo girado desde la filial argentina. “En otras palabras, la expansión del grupo a nivel internacional se basó fundamentalmente en la política depredatorias llevada adelante en Argentina por Repsol, y la contracara del agudo proceso de desinversión y vaciamiento de la principal firma de nuestro país.”4Como se explicó en el primer apartado, Repsol comenzó siendo una empresa del área de downstream (refinación, venta y distribución) y en muy pocos años se expandió internacionalmente. A continuación se muestran las principales sociedades del grupo, su participación y los resultados obtenidos en 2011.
Principales Sociedades del Grupo Repsol- Diciembre de 2011,en porcentajes y millones de euros
Fuente: Balance Repsol YPF S.A. 2011
En el año 2008 el Grupo Repsol segmentó a la empresa en las siguientes unidades de negocio.
Las primeras tres son las denominadas “negocios estratégicos integrados”. Upstream (exploración y producción de hidrocarburos); GNL (operaciones de la fase midstream (licuefacción, transporte y regasificación) del gas natural y a la comercialización de gas natural y gas natural licuado); Downstream (refino, comercialización de productos petrolíferos, química y gases licuados del petróleo).
Y dos participaciones estratégicas: YPF, que incluye las operaciones de YPF, S.A., y las sociedades de su Grupo en todos los negocios (al 31 de diciembre de 2011 el Grupo poseía una participación del 57,43% en YPF).
Gas Natural Fenosa, cuyas actividades principales son la comercialización de gas natural y la generación, distribución y comercialización de electricidad (al 31 de diciembre de 2011 el Grupo poseía una participación del 30,10 % en Gas Natural Fenosa).
La penetración del Grupo a nivel mundial se puede observar en el siguiente gráfico:
Presencia de Repsol en el mundo por unidades de negocio, 2010
Fuente: Informe Anual consolidado 2010
En este sentido, la importancia estratégica de YPF, sus niveles de reservas, de producción, de capacidad de exportación y de comercialización permiten entonces comprender los significativos cambios que experimentó el grupo Repsol luego de la adquisición de la compañía local, compañía que luego extenuaría para solventar su expansión mundial. Para ilustrar este hecho, basta comparar las principales variables de la ecuación económico-financiera del grupo antes y después de la adquisición de YPF. La tabla que sigue muestra estas variables para los años 1998 y 1999.
Resultados de Repsol antes y después de la Adquisición de YPF, en millones de USD
Del análisis de la tabla precedente, se evidencia la estrategia de Repsol, que para financiar una expansión del 142% de sus activos mediante la adquisición de YPF, debió incrementar su endeudamiento tanto a corto (267%) como a largo plazo (349%). La adquisición de YPF por parte de Repsol permitió que el grupo elevara significativamente sus ingresos (38%) y, aún más, su resultado operativo (59%), flujos que luego le permitirían implementar la estrategia de financiamiento de la diversificación en el resto del mundo con la liquidez extraída de YPF.
De hecho, una mirada de más largo plazo del desempeño del grupo Repsol en YPF muestra a las claras que el negocio económico-financiero se hizo a costa del desempeño productivo de la compañía. En el gráfico que sigue puede observarse la evolución de la utilidad neta y operativa, el patrimonio neto y la producción de petróleo y crudo de YPF para el período 1997-2003. Allí se muestra claramente que cuando se compara el año de ingreso de Repsol a la empresa con 2011 los dos indicadores de utilidades mejoran significativamente, mientras que tanto el patrimonio neto como la producción de petróleo y de gas se reducen dramáticamente. De hecho, mientras que entre 1999 y 2011 la utilidad operativa se multiplicó por 2,6 veces y la utilidad neta lo hizo por 1,3 veces, el patrimonio neto se redujo 41%, la producción de petróleo cayó 43% y la producción de gas disminuyó 31%. Como se dijo, el negocio financiero de Repsol se produjo a costa de la reducción de la producción y exploración de hidrocarburos de YPF.
YPF: evolución de variables seleccionadas, 1999-2011 (en números índice base 1999=100)
4 Mensaje del Poder Ejecutivo Nacional, Ley Nº 26.741
5 Fuente:
http://www.repsol.com/es_es/corporacion/conocer-repsol/actividad/exploracion-produccion/descubrimientos-produccion/default.aspx
SIGA EN: La Segunda Etapa de la Estrategia Financiera de Repsol en YPF (sección 2) muy pronto.....
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